!!! Bienvenido ¡¡¡

Gracias por entrar. Antes de irte, echa un vistazo y comparte con nosotros. Nos interesa conocer todo lo que quieras compartir. ¿Has hecho algún descubrimiento deslumbrante? ¿Una película, un poema, un cuadro, un disco? ¿Una ciudad, un paisaje? Ábrenos una ventana y nos asomaremos.

viernes, 30 de noviembre de 2012

El Roto

La brutal lucidez de El Roto. Publicado en el diario El País, el 25 de noviembre de 2012.

"Plegaria", por Manuel Vicent

"En el Derecho Romano una deuda impagada te podía convertir en esclavo. Al acreedor se le confería la potestad de agarrarte por el cuello y llevarte ante el pretor, que ostentaba el poder judicial. A partir de una sentencia condenatoria, el acreedor disponía de dos opciones: venderte en pública subasta en el mercado de esclavos para resarcirse con el dinero obtenido o forzarte a trabajar para él como esclavo el resto de tu vida. Frente a la esclavitud se produjo la rebelión violenta de Espartaco. Los primeros cristianos participaron en este movimiento liberador con una rebeldía atenuada por el amor al prójimo aquí en la tierra y controlada desde el poder con la promesa de que los pobres serían los primeros en el reino de los cielos. Los cristianos comenzaron a rezar el padrenuestro. Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Amén. Era una oración antiesclavista en la que se imploraba el perdón de todas las deudas como una forma de acceder a la libertad. Durante siglos el padrenuestro se ha rezado en los templos al unísono en voz alta por reyes y vasallos, magnates y siervos, ricos y pobres, usureros beatos y fieles acogotados por ellos, sin que diera resultado alguno. Nadie, que se sepa, condonó nunca ninguna deuda obedeciendo la orden de esta plegaria, pero, ante la agitación en que vivimos, alguien muy espabilado de la jerarquía eclesiástica pensó que el padrenuestro podía llevar dentro una carga explosiva si la condonación de la deuda comenzaba a implorarse hoy con la misma intención de los primeros cristianos en las catacumbas. La esclavitud nunca ha sido abolida. Adopta formas distintas según las circunstancias. El Vaticano II decidió reformar el padrenuestro. La deuda fue sustituida por ofensa. En adelante había que decir: perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a nuestros ofensores. Y es que con el dinero no se juega ni se admiten metáforas. En la presente convulsión de la historia los banqueros corrían el peligro de que los cristianos exigieran la dación en pago de las hipotecas esgrimiendo el antiguo padrenuestro como un manifiesto revolucionario. Pero los banqueros pueden dormir tranquilos, puesto que la Iglesia, frente al Evangelio, se ha puesto de parte de la cuenta de resultados."

Manuel Vicent, diario El País, 25 de noviembre de 2012

jueves, 29 de noviembre de 2012

Mayte Martin, "Hecha a la medida"

Forges y los diminutivos

Tronchante la viñeta de Forges publicada ayer en El País. Inmediatamente me vino a la cabeza un colectivo que impepinablemente debe verse reflejado en ella: el ramo de las peluquerías. Soy asturiana y por lo tanto estoy más que acostumbrada al uso del diminutivo. En mi tierra se bebe un cafetín, a los niños se les hacen miminos y se despiden de ti con un "hasta lueguín". A los visitantes les puede resultar chocante, pero su uso está generalizado y nosotros lo vivimos con naturalidad. Volvamos a la peluquería. ¿Por qué unas mujeres que, fuera de su ámbito laboral, se dirigen a ti con total normalidad, se transforman en babas parlantes mientras te arreglan el pelo y te colocan una "toallita" para que estés más cómoda, te quitan los "pelitos" que se te han quedado pegados al "cuellíto" tras el corte, y te piden que eches la "cabecita" más para atrás para que el agua no te moje la "carita"? Me ponen enferma. Debe ser mi mal carácter.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Gaugin: un viaje a lo exótico, en el Thyssen

El viaje como huida, la exclusión como opción vital, a veces es una cuestión de supervivencia. Gaugin abandona su vida pequeño burguesa y viaja al sur, en busca de una autenticidad que pretende encontrar en el primitivismo. Escribe en 1889: "Tú sabes que tengo sangre india, sangre inca, y eso se refleja en todo lo que hago. Es la base de mi personalidad. Intento confrontar la civilización podrida con algo más natural basado en lo salvaje". El Museo Thyssen ha planteado esta exposición como un viaje en el que Gaugin, siendo el protagonista, se ve acompañado por otros artistas contemporáneos que, de un modo u otro, también emprendieron un viaje, rompiendo con las amarras que les ataban a lo establecido.
















Así, a finales del XIX y principios del XX una serie de pintores se embarcaron en distintas aventuras personales y revolucionaron el lenguaje creativo. Confrontar los caminos de unos con otros es lo más atractivo que, a mi juicio, plantea esta exposición, al margen del indiscutible disfrute por la mera contemplación de tantas maravillas.











Como siempre, me resulta muy difícil seleccionar solo unos cuantos cuadros para mostraros. Encabezo el comentario con Parahi te marae (Ahí está el templo), un precioso paisaje de Tahití firmado por Gaugin en 1892. Debajo, otro óleo espléndido, Dos mujeres tahitianas, confrontado con un Adán y Eva firmado en 1902. Cuando se trata de exotismo no se puede obviar a Rousseau, capaz de crear un universo de exuberancias sin moverse de su estudio. En el epígrafe "Bajo las palmeras" podemos ver Paisaje tropical con un gorila atacando a un indio, firmado por El Aduanero en 1910, junto a Selva tropical y Under palm trees, dos espléndidos óleos de Emile Nolde firmados en 1914 y 1919.












Me entusiasma la libertad expresiva, el triunfo de la luz y el color, las puertas que Gaugin abrió a los expresionistas alemanes. De Otto Müller podéis ver sobre estas líneas Two female nudes in a landscape, de 1922, y de Franz Marc un cuadro que me entusiasma, Blue fox, firmado en 1911.














Atrapados por lo exótico, los artistas intentan plasmar la belleza de lo diferente a través de nuevas fórmulas, dejando que los colores fluyan libremente, ensayando, tratando de captar la exuberancia sin atender a más cánones que su propia impresión. "El artista como etnógrafo", En 1902 Gaugin pinta Muchacha con abanico. Ocho años antes firmaba el que es, para mi, uno de los cuadros más potentes de esta muestra, Thaitian woman, que os muestro a la derecha. Y por ahora termino con dos de los diez retratos de Nativos de los mares del sur que realizó Emil Nolde entre 1913 y 1914.













martes, 27 de noviembre de 2012

Forges

Forges, diario El País, 26 de noviembre de 2012

"Suave patria", por Gustavo Martín Garzo

"La única patria decente, dice Fernando Savater, es la infancia. Todos tenemos una patria así. En ella están los lugares en los que vivimos, la lengua con que aprendimos a nombrar el mundo y a disipar el miedo a la ausencia de los seres amados. Están los juegos misteriosos, las olorosas fiestas en la cocina, las historias que escuchamos de los labios de los adultos, las primeras lecturas, las canciones que acompañaron nuestro despertar a la vida, los cines y las películas amadas. Y esa patria oculta, secreta, nada tiene que ver con las banderas, los himnos, las fingidas lecciones de la historia, los tertulianos y los equipos de fútbol que pueblan esos parques temáticos de la identidad a que tan proclives son todos los patriotismos. Tiene que ver con aquello de lo que no somos dueños, representa lo más íntimo y escondido de cada uno, pero es también la puerta por la que entra en nosotros el mundo con toda su diversidad.
(...)
No deberíamos olvidar esto en unos tiempos en que Europa se ha transformado poco más que en un casino donde solo el dios vulgar del dinero impone su ley. La Europa de la especulación, de las oscuras finanzas, de los paraísos fiscales, de los barrios financieros, de los políticos indiferentes al sufrimiento de los que representan, del recelo frente a los emigrantes y del desprecio a lo público, nada tienen que ver con aquella Europa de la solidaridad y la cultura con la que soñábamos. Era la vieja idea de “cultura” como paideia propugnada por la tradición platónica. La cultura como medio para proporcionar a la vida social los objetos correctos, justos y bellos; pero también como ejercicio crítico, como búsqueda de la justicia.
(...)
Me pregunto si entre nosotros aún es posible un lugar así. Esa sería nuestra verdadera patria, la única que merecería la pena salvar. Un lugar complejo, amigable y lírico, al que raras veces las ideas y las tareas cotidianas de la política actual hacen justicia. Un lugar modulado en nuestros sueños “al golpe cadencioso de las hachas / entre risas y gritos de muchachas / y pájaros de oficio carpintero”."

Os ofrezco tres párrafos del artículo firmado por el escritor Gustavo Martín Garzo, publicado por el diario El País el 25 de noviembre de 2012.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Un domingo en El Retiro

"Diríase que, aunque la naturaleza no lo sabe, cuando los árboles se sienten morir hay en el paisaje una cultura de quebrados oros, una erudición de la amarillenta y alfombrada muerte". Caminando por El Retiro una mañana de domingo recuerdo vagamente esas palabras de González Ruano, que ya de regreso a casa busco entre sus artículos. A veces, cuando necesito sosiego, me escondo entre los árboles, aquí.















Voy huyendo de la gente, eligiendo los paseos menos transitados. Pese a que se acerca la hora del almuerzo las avenidas principales del parque rebosan una multitud bullanguera cuya vivacidad hoy no puedo compartir. Echo de menos mi tierra. Si pisara Asturias, si pudiera caminar por sus caleyas, si pudiera olerla, recobraría la alegría.















Es hermoso El Retiro en otoño. El desorden de las hojas caídas le aportan un algo salvaje que me encanta. Comienza a llover dulcemente. Me gusta mojarme.












"Cada banco parece una losa funeral, un monumento patético y sencillo del mejor estilo amoroso al mejor estilo romántico, ya que un jardín en otoño es la sepultura de muchos sueños encendidos en días de primavera".












Mañana será otro día.

domingo, 25 de noviembre de 2012

"Lo imposible", de Juan Antonio Bayona

A estas alturas huelga decir que Lo imposible es una buena película, dado el éxito que ha cosechado en taquilla y las alabanzas que ha recibido tanto de crítica como de público. Es un documento espléndido y espeluznante, que solo resulta soportable porque sabes que termina bien, al menos para los protagonistas. El 26 de diciembre de 2004 se produce un terremoto con epicentro en Sumatra, el segundo terremoto más grande del que se tiene noticia, y el de mayor duración. Murieron casi 290.000 personas y hubo más de medio millón de heridos. Entre los supervivientes, un matrimonio español, María y Enrique, y sus tres hijos de corta edad: Lucas, Tomás y Simón. La película cuenta como vivieron la tragedia, como lucharon por sobrevivir y, en medio del caos, lograron encontrarse.











Técnicamente intachable, con un gran manejo de los medios técnicos, un arranque impresionante y una actuación fantástica tanto de Naomi Watts como de Ewan McGregor y Tom Holland como el hijo mayor, sin embargo no me gustó la sensación que en algunos momentos tuve de sentirme manipulada, de que el director buscaba la lágrima fácil. Imagino que debe ser complicado enfrentarse a una historia tan dramática sin caer en algún momento en el sentimentalismo. Así y todo, merece la pena verse.

Os dejo el trailer.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Beethoven, la Filarmónica de Munich y Lorin Maazel

Memorable concierto el que nos ofreció en el auditorio la Filarmónica de Munich bajo la batuta de Lorin Maazel. "Rondaron la perfección", según el crítico de El País J.A. Vela del Campo. Contó con todos los ingredientes para convertirse en una tarde inolvidable: una orquesta excelente, un director sabio y un programa de excepción.

La Obertura de Egmont, con la que dio comienzo el concierto, es una pieza perteneciente a la llamada "música heroica" de Beethoven. Una obra brillante y enérgica, a ratos majestuosa, que te pone las pilas de inmediato y que permitió a la orquesta desplegar su poderío. Después, uno de los conciertos más maravillosos de Beethoven, una obra que he escuchado mucho y que me acompañó en momentos inolvidables de mi vida, el Concierto para violín y Orquesta en re mayor. Una belleza, interpretado por Michael Barenboim como solista. El hijo del mítico director, un joven de gran talento que ejecutó la pieza con enorme sensibilidad y delicadeza, recibió una larga y calurosa ovación. Y para terminar, la 5ª Sinfonía. Si la Obertura de Egmont nos hizo vibrar, el Concierto nos meció con su dulzura, la 5ª, desde el primer acorde, te coloca en la cima del mundo. No me extraña que los nazis quisieran apropiarse de ella con fines propagandísticos. Berlioz escribió sobre ella en el Journal des débats en 1835. "Al escuchar esta obra por primera vez, Madame Malibran quedó embargada por una reacción nerviosa tan violenta que tuvo que ser sacada de la sala. Mientras, un viejo soldado alzó sus manos al cielo exclamando: "¡Es el emperador, es el emperador!" y un celebrado compositor francés, que hasta entonces había negado inspiración alguna a Beethoven, confesó a todos que temía volverse loco."

Un concierto de lujo. Os ofrezco el Concierto para violín y orquesta, interpretado por la Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Daniel Barenboim.

viernes, 23 de noviembre de 2012

"Los días de la lluvia", la fotografía de Carlos Gayo

No sé si Carlos Gayo es fotógrafo profesional o un aventajado aficionado. En realidad, no sé nada sobre él. En su blog, Los días de la lluvia, que aconsejo encarecidamente a los amantes de la fotografía, solo aclara que lleva treinta años detrás de una cámara. Su blog ha sido para mí todo un descubrimiento.











Con una generosidad que le agradezco, me ha permitido seleccionar algunas de las imágenes que más me han gustado y traerlas a mi casa.











Sus imágenes hablan por sí mismas, su capacidad evocadora ejercerá su influjo sobre cada mirada. Así que, como tan a menudo, sobran las palabras.












Algo simpático


jueves, 22 de noviembre de 2012

Hoy

"Las fotos de infancia espolean la memoria, como lo hace una canción, un sabor o un perfume, pero provocan una considerable sensación de irrealidad. ¿Quién era ese niño que ni siquiera se me parece? ¿Existió realmente? En esas fotos primeras echamos en falta, como en ningunas otras, la trimensionalidad de la cámara cinematográfica. Necesitaríamos que se abrieran por los lados, que el triciclo del niño echara a andar, y que el reconocimiento de lo que había alrededor certificara la existencia de la criatura. Si, aquellos eran sus dominios. En la tridimensionalidad entraría el color malva de aquella tarde (pero la foto es en blanco y negro), y el volumen afilado de la esquina de la mesa. Y faltan los sonidos: aquellos pájaros, aquellas campanadas, aquellas voces de la radio".
Leo el artículo La vida bajo el agua que firma Marcos Ordoñez en la edición del diario El País del 15 de noviembre sentada al lado de mi padre, mientras escuchamos las Rapsodias húngaras de Liszt y él contempla atentamente las fotografías de una revista. Estos días, preparando un regalo familiar, he manejado fotos de mi infancia y he tenido sensaciones parecidas a las que describe Ordoñez, junto con esa nostalgia del tiempo ido que siempre me acompaña. Ahora, junto a mi padre, mirando sus manos, recuerdo una concretamente en la que se me ve tratando de dar mis primeros pasos, agarrada a las manos de mi padre y mi abuela. Y he sentido una intensa sensación de felicidad. Si así lo deseo puedo volver la cabeza y mirarle, puedo besarle, acariciarle la mano, compartir con él esta música que él me enseñó a amar. Y pienso que si alguien nos fotografiara ahora, cuando volviera a ver esa imagen dentro de unos años, al dolor que irremediablemente sentiré se uniría esa sensación de melancolía por el tiempo pasado que tuve al mirar las imágenes de mi infancia. Así que atesoro este momento, saboreo su plenitud para al menos conservar la certeza de que no he dejado pasar un instante, no me ha quedado un beso, un abrazo por dar, un te quiero por decir.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hindi Zahra , "Imik Si Mik live"



Maravillosa cantante bereber interpretando un blues. Un descubrimiento.

Un haikú de Li Quingzhao

Ya vuelve otra vez el otoño.
Me abro despacio el vestido
de seda y floto sola en la barca de
las orquídeas. ¿Quién puede
llevar una carta allende las nubes?.

Celia Romero, una amiga argentina visitante de Mi casa, nos envía este precioso haikú de la poeta china Li Quingzhao, de la que ya os había hablado en una entrada anterior.

martes, 20 de noviembre de 2012

El Roto

El Roto, diario El País, 20 de noviembre de 2012

"Holy Motors", de Leos Carax

Excelentísima película, creo que lo mejor que he visto en mucho tiempo. No puedo comprender como el jurado del último festival de Cannes la dejó irse sin un solo premio, aunque barrió luego en el de Sitges. De Leos Carax no había visto más que Los amantes del Pont Neuf, de la que guardo un recuerdo maravilloso. Pero Holy Motors la supera. Es brillante, hermosísima, arriesgada, original, sorprendente, profunda, incalificable. Me mantuvo pegada a la butaca, deslumbrada, los 115 minutos que dura la proyección,  sin poder creerme lo que estaba viendo. Cuatro gatos en el cine, sin movernos hasta que finalizaron los títulos de crédito y se encendieron las luces. Luego caminé un gran rato, en estado de shock.











Creo que la sinopsis que ofrecen los Renoir es perfecta: "Del alba al anochecer, unas horas en la existencia del señor Óscar, un ser que viaja de vida en vida. Pasa de directivo a asesino, mendigo, criatura monstruosa,  padre de familia... El señor Óscar parece interpretar distintos papeles, metiéndose de lleno en cada uno de ellos, viviéndolos todos. Pero, ¿dónde están las cámaras?. No existen. Está solo, únicamente le acompaña Céline, una dama alta y rubia al volante de la inmensa máquina que le transporta por el centro y los alrededores de París, una vistosa limusina blanca que es mucho más que un automóvil lujoso. Se mueve por todas partes, por suelo y subsuelo, como un concienzudo asesino a sueldo que va de encargo en encargo. Va en busca de la belleza del gesto, del misterioso motor de la acción, de las mujeres y los fantasmas de su vida. Pero, ¿quién es realmente el señor Óscar? ¿dónde está su verdadero hogar, su familia, su reposo?."

Once historias diferentes colocadas  con un solo aparente sentido anárquico, conformando una historia coherente y poderosa. Fantásticas interpretaciones, comenzando por la del protagonista, Denis Lavant. Brillantes imágenes al servicio de un guión sencillamente genial, también obra de Leos Carax. Y una preciosa banda sonora. Una película sin desperdicio, una gozada para los amantes del cine.

Os dejo el trailer.

lunes, 19 de noviembre de 2012

"Las calles por donde no nos dejan pasar", por Soledad Gallego Díaz


"Cuando nos destierran de un mundo que amábamos, es importante pasar el duelo, el dolor y la tristeza, pero también saber que llegará el momento en el que encontremos dónde depositar de nuevo nuestros afectos, nuestro empeño y nuestra esperanza. Que es importante huir de la melancolía que pretende hundirnos en la sensación de que somos “indignos de estimación, incapaces de rendimiento valioso alguno”. Uno de los caracteres más singulares de la melancolía, explicaba el gran Freud, es el miedo a la ruina y al empobrecimiento.
Así nos tienen. Así estamos en los países del sur de Europa, empujados a la melancolía, expulsados de un mundo que creíamos nuestro y que desaparece bajo nuestros pies, mientras intentan que creamos que somos nosotros los que hemos provocado ese dolor y esa tristeza por nuestra falta de sentido. Empeñados en que caigamos en el miedo a la ruina y el empobrecimiento sin esperanza, puesto que, intentan que aceptemos, ese es nuestro propio destino.
(...)
Los griegos enfermos de cáncer que no pueden recibir tratamiento porque han perdido el trabajo y agonizan fuera del sistema sanitario están ahí. Los hospitales griegos a los que ya no llega una potente droga anticancerosa porque la empresa alemana que la fabrica, harta por no cobrar las facturas, ha decidido interrumpir el suministro y aconsejar a los enfermos que “acudan a las farmacias a comprarlas con su dinero”, están ahí. Y esta ahí la obligación del Gobierno griego de pagar, por encima de todo y antes que todo, la deuda que contrajo con los bancos internacionales.

Está ahí la amenaza de una recesión prolongada a lo largo de los próximos años. La Comisión Europea no tiene intención de engañarnos. Nos anuncia que viene otro largo año de pésimos augurios, en el que padeceremos nuevos recortes y ajustes. En el que más griegos padecerán lo inimaginable.
Hagamos el duelo por ese mundo del que nos proscriben, pero sería bueno que nos sacudamos la melancolía cuanto antes. La realidad es Grecia, o los suicidios de quienes no soportan la humillación del desahucio, esa es la realidad como lo eran las calles por las que se prohibió pasear a Víctor Klemperer. Está pasando lo que estamos viendo. Y no es inconcebible. Es intolerable. Eso es lo que tenemos que comprender cuanto antes. Que algunas de las cosas que suceden ante nuestros asombrados ojos son ultrajantes."
Os ofrezco un extracto del artículo publicado por Soledad Gallego-Díaz en el diario El País el 11 de noviembre de 2012

domingo, 18 de noviembre de 2012

Al Ayre Español interpreta a Mozart en el Auditorio

Se estrena en Ibermúsica el grupo orquestal zaragozano Al Ayre Español, dirigido por su fundador, el clavecinista Eduardo López Banzo. Se trata de una formación que ha ganado prestigio a través de los años, especializado en música antigua pero que ha ido flexibilizando su proyecto de manera que, sin abandonar a Haydn o Bach, han ampliado su interés a la música romántica. De ahí que, en esta ocasión, nos hayan ofrecido dos de las piezas más conocidas de Mozart, la Sinfonía núm. 40 en sol menor y la Sinfonía núm. 41 en do mayor (Júpiter).

Ya os he comentado en más de una ocasión que Mozart no forma parte de mis compositores de cabecera, aunque eso no quiere decir que no haya ocasiones en que sea su música la que necesite escuchar. Con el compositor austriaco, el placer estético está garantizado. Así que disfruté de sus sinfonías, del amor con que fueron dirigidas y de la dignidad de las interpretaciones.

Os dejo con el archiconocido Molto Allegro de la 40 Sinfonía, interpretado por la Filarmónica de Viena.

El Roto

El Roto, diario El País, 12 de noviembre de 2012

sábado, 17 de noviembre de 2012

"Resistiré", de El Dúo Dinámico



Dedicatet to the One I love

La belleza

"Por esa época, Loayza contrajo una curiosa alergia contra todo lo feo que se encontraba al paso en este mundo. Una desagradable exposición de pintura, una mala película, un poema vulgar, un bípedo antipático, y empezaba a ponerse muy pálido, se le hundían los ojos y le sobrevenían incómodas arcadas", escribió Vargas Llosa en El País del 10 de Abril de 2011.

Gamoneda afirma que la belleza no es un lugar donde van a parar los cobardes. Para el poeta Juan Carlos Mestre la belleza está vinculada a la justicia. La poesía es el lenguaje de la delicadeza humana y plantea una pertinaz resistencia al discurso único.

Kant define el gusto estético como un juicio desinteresado y sin finalidad de la obra de arte bella, es decir, un juicio sin interés directo en el objeto, como el de un juez imparcial. Lo mejor del hombre tiene carácter de gratuidad.

Karl Bartos, del mítico grupo de los setenta de música electrónica Kraftwerk sostenía que "la música no puede cambiar el mundo, pero sí reconforta nuestras vidas. Es lo más cerca que podemos estar de la idea de Dios. Sin música, la vida no tendría sentido".

Recojo desde hace tiempo opiniones de unos y otros sobre la belleza, ese placer estético que aporta una sensación de beatitud, de pacífica comunión con el mundo y los seres humanos, una gratitud que convive mal con la maldad y la violencia. Por eso sigue sorprendiéndome que algunos seres sean capaces de emocionarse escuchando a Mahler, o a Wagner, y sin solución de continuidad ejecuten u ordenen actos contra los demás, sea una ejecución o una operación financiera. ¿Es posible poseer sensibilidad para la música, o la poesía, y no para conmoverse ante el dolor ajeno? No lo puedo entender. Como tantas otras cosas.

Os dejo con una canción que me encanta. "La belleza", de Luis Eduardo Aute.