Hace unos días traía a
Mi casa la exposición de la Colección Cubista de Telefónica, y lo hacía mostrándoos una serie de lienzos de Juan Gris. El que abría el comentario,
La guitare sur la table, coincide en el año de su ejecución con el cuadro que ahora os muestro,
La sombra del caminante: 1913. El primero, firmado por Gris; este, por Alejandro Xul Solar. Aquel puede considerarse ya plenamente cubista; este, espléndido a mi modo de ver, comparte elementos cubistas con otros más cercanos al expresionismo e incluso al futurismo. Ecléctico, como su época.
Vauxcelles acuñó el término "cubisme", que empleó por primera vez en su reseña del Salón des Indépendants de 1909, haciendo referencia a dos cuadros de Braque, una naturaleza muerta y un paisaje. Ni a este ni a Picasso les importaba nada el nombre con el que designaran la pintura que en aquel momento les interesaba, así que el término cobró carta de naturaleza. Pero el cubismo no acaba en ellos dos, ni siquiera si les sumamos a Gris. Muchos otros aportaron su sensibilidad y talento al nuevo movimiento. Algunos, como Maria Blanchard, de la que os muestro dos luminosas naturalezas muertas, ahondó en el movimiento aportándole un lirismo y delicadeza que me conmueven. Ya os hablé de mi amor a ella en una
entrada anterior.
Sobre estas líneas, otro pintor cubista cuya vibrante obra me entusiasma, Albert Gleizes. En esta muestra podréis disfrutar de varios de sus lienzos, algunas naturalezas muertas preciosas, y estos dos que he seleccionado: a la izquierda el retrato de Jean Cocteau, firmado en 1916, en pleno apogeo de la primera Gran Guerra. Así, Gleizes le representa como soldado, defensor de "lo francés" frente a los alemanes. Lo cierto es que el escritor fue declarado no apto y nunca se incorporó al frente, aunque sí prestó su colaboración desde retaguardia. Y, a la derecha,
L'ecolier, de 1925.
Termino con
Balcón abierto y plato con pescado, firmado en 1924 por Manuel Ángeles Ortiz; y con una fotografía realizada en 1930 por el artista indígena Martín Chambi, un detalle de mampostería de la pirámide de Tenochtitlán.
Piedra de los doce ángulos, es su título. Un día de estos os mostraré más trabajos de Chambi. Merece la pena conocerlos.