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sábado, 30 de mayo de 2015

La Orquesta Sinfónica de Birmingham trae al Auditorio la 7ª de DvoraK

Último concierto de la temporada, que se despide hasta septiembre. Despedida con una sinfonía maravillosa, la 7ª de Dvorak.
El concierto comenzó con la obertura de Las criaturas de Prometeo, de Beethoven, una pieza para ballet encargada por el bailarín Salvatore Vigano al compositor alemán entre 1800 y 1801. No conocía esta obertura, ni creo haber escuchado nunca el resto de la obra, lo que pretendo corregir inmediatamente. Disfruté enormemente de esta pequeña joya, lo que no sucedió en cambio con el Concierto para violín y orquesta núm. 2 en sol menor, de Prokófiev, en la que no pude entrar más que en contadas ocasiones. No es un compositor para escuchar en cualquier estado de ánimo, y está claro que anteayer no tenía el día para disfrutar del ruso.
Pero llegó la segunda parte, con la  Sinfonía núm.7 en re menor de Dvorak. Una delicia. Me encantan todas las sinfonías del compositor checo, pero quizá sea esta 7ª mi preferida. Como en el caso de Beethoven, obra sobre mí como un bálsamo, me llena de alegría y optimismo, me entrego a ella siempre con una sonrisa de gratitud. Una belleza.

Os dejo con ella:

jueves, 28 de mayo de 2015

Everly Brothers All I Have To Do Is Dream



Una preciosa canción para la nostalgia.

Louise Glück, un poema

El espino

Al lado tuyo, pero no
de tu mano: así te miro
andar por el jardín
de verano: las cosas
que no pueden moverse
aprenden a mirar. No necesito
perseguirte a través
del jardín; en cualquier parte
los humanos dejan
señal de lo que sienten, flores
esparcidas en el polvo del camino, todas
blancas y doradas, algunas
levemente alzadas
por el viento de la tarde. No necesito
seguirte adonde estás ahora,
hundido en la ponzoña de este campo, para
saber la causa de tu huida, de tu humana
pasión, de tu rabia: ¿por qué otra cosa
dejarías caer todo aquello
que has acumulado?

miércoles, 27 de mayo de 2015

"Cartas desde la Tierra", de Mark Twain

He disfrutado enormemente de esta novela de Mark Twain, prohibida durante muchos años en Estados Unidos por su irreverencia. Para poneros en situación, Satán , uno de los Arcángeles, baja a la tierra a observar al ser humano, y escribe a sus compañeros Miguel y Gabriel el fruto de sus pesquisas. Transcribo unos párrafos, para vuestro regocijo:

"¡La enfermedad! Es la fuerza motriz, la fuerza constante, la fuerza devastadora. Agrede al bebé en el momento en que nace, para proveerle de una enfermedad tras otra: la difteria, el sarampión, las paperas, la diarrea, el dolor de dientes, la escarlatina y demás especialidades infantiles. Persigue al niño hasta la juventud, proveyéndole de nuevas especialidades dedicadas a esta etapa de la vida. Persigue al joven hasta la madurez, al hombre maduro hasta la vejez y al anciano hasta la sepultura.
Y ahora que sabéis esto, a que no adivináis cuál es el apodo más utilizado por el hombre para referirse a este feroz Comandante en Jefe? Os ahorraré  el esfuerzo... pero no os riáis: ¡Nuestro Padre Celestial!
Es curioso cómo funciona la mente humana. La fe del cristiano se asienta sobre una proposición rotunda, categórica, inalterable e incontrovertible: Dios es omnisciente y todopoderoso.
Siendo así, nada puede ocurrir sin que Él sepa de antemano que sucederá, nada ocurre sin su permiso, nada puede ocurrir si Él decide impedirlo.
Es bastante evidente,¿no os parece? Denota a las claras que el Creador es directamente responsable de todas las desdichas, enfermedades y desgracias antes referidas -que podría haber evitado- , el avezado cristiano va y le llama, candorosamente, ¡Padre nuestro!.
Tal como os lo cuento. Dota al Creador de todos y cada uno de los rasgos que se le atribuirían a un demonio, ¡y llega a la conclusión de que demonio y padre son lo mismo! En cambio, se negará a admitir que un lunático malévolo y un director de catequesis también lo sean en esencia. ¿Qué os parece la inteligencia humana? Quiero decir, suponiendo que penséis que exista una inteligencia humana..."

martes, 26 de mayo de 2015

Forges

Forges, diario El País, 26 de mayo de 2015

"Espejos, estrellas", por Xuan Bello

La distancia a veces embellece las cosas. Miro por mi ventana y veo un pequeño huerto, junto a unos fresnos que darán sombra si así lo precisa el hortelano. Se trata de un huerto sembrado de estrellas, es lo que yo veo con total claridad. Parpadean, refulgen, aparecen y desaparecen armónicamente. Veo al hortelano caminar junto a la tierra de labor. Se agacha y tal vez arranque alguna mala hierba. Me pregunto qué malas hierbas ahogarán el nacimiento de una estrella. Lo hace para bien, compruebo con una mirada, pues el campo de destellos fulgura. Pienso si el hortelano será como aquel labriego que contaba Sánchez Ferlosio, que un día se puso a labrar y se durmió. Los bueyes siguieron tirando de la tiva, del arado, y se salieron del campo. Siguieron y siguieron trazando un único surco hasta llegar al mar de Portugal pues el buen hombre, que estaba cansado de muchas labranzas, no se despertaba. Cuando llegaron al mar los bueyes, que serían como aquellos que se comieron los tripulantes del azar para espanto de Odiseo, quisieron seguir camino hacia lo imposible pero una ola fresca, que le salpicó la cara, despertó al durmiente. Bostezó, vendió los bueyes y el arado, y siguiendo el curso del surco volvió a su casa.
Bien sé que el campo que veo desde mi ventana no es de estrellas aunque lo parezca. Son humildes cedés plateados, nueva basura vieja de nuestro tiempo, donde espejea el sol para espantar a los pájaros. La realidad vista de cerca, a veces, da miedo por su descarnado sentido de la utilidad. Recuerdo a una buena médica, una expertísima oncóloga, que al mirar las ramificaciones del tumor que mi pobre padre padecía, se le escapó:
–¡Qué bonito!
Lo miraba desde lejos, como yo miro mi campo de estrellas, y podía admirarse, como quien ve un cuadro abstracto, de las sombras, manchas y luces que dispone la muerte lenta del tiempo. Nos ha pasado a todos: ¿recuerdan aquellas imágenes de la primera guerra de Irak convenientemente televisadas? Qué bonito Bagdad en llamas, qué armonía única la de la destrucción. Después vinieron las otras imágenes, las de los muertos y heridos, y después aún por si fuera poco otra segunda guerra y un pueblo masacrado.
Sin embargo acercarse a las cosas, no quedarse en lo somero y superficial, merece la pena. Nos marean a impuestos y a hambres para que nos quedemos a distancia, a una distancia prudente, de la realidad. Es lo que le pide el señor al siervo, que sea prudente e interesado, que es una manera educada de decirle que sea cobarde y codicioso. Una sociedad cobarde y codiciosa levantará pirámides y murallas, pero nunca escuelas y hospitales. El razonamiento perverso es este: si espejea el vertedero de nuestros sueños, ¿qué importa que la putrefacción nos carcoma?
Acercarse a la realidad tiene sus problemas, en efecto. Tanto puede descubrirse el espanto como la maravilla y, además, la duda y la torpeza acompaña tantas veces nuestras acciones. Pero aunque hayamos visto nuestra historia reciente como un pudridero de ideas o un paridero de hienas, no por eso nuestra responsabilidad se atenúa. Votar libremente, sin coacción alguna, fue un derecho que nuestra sociedad tardó siglos en conquistar. Votar en conciencia es una fiesta de la inteligencia, de la cordura; recordar que la democracia no sólo sucede un día cada cuatro años, también.

Ahora es el momento de ver si eran espejos baratos o estrellas. Usted decide.

lunes, 25 de mayo de 2015

Con mucho cariño y buena educación

Hace años una amiga le preguntó a mi madre como llevábamos en casa tener ideolgías políticas tan dispares, y mi madre contestó: "Con mucho cariño y buena educación" Inspirada por ella, por su exquisito respeto a las opciones políticas de cada una de nosotras, adquirí esta frase como máxima en mi vida para casi todo lo que pudiera suponer un enfrentamiento con la gente que quiero. La fuerza del cariño siempre resulta una tabla de salvación; la buena educación y el respeto, imprescindibles para una convivencia armónica.












Procuro recordar aquello de que "en toda verdad hay algo de mentira, bajo toda mentira subyace algo de verdad". Procuro no ser categórica, no creerme en posesión de la razón... lo procuro. Pero a veces la simpleza de los argumentos para apoyar una u otra opción política me sacan de quicio, y tiendo a pensar, injustamente, que la ignorancia es la que dicta las opciones que no comparto. Una soberbia intelectual que me abochorna.












Mi barrio es de derechas. En cada jornada electoral la calle se llena de monjas, que se acercan al colegio de dos en dos; abundan los ancianos en sillas de ruedas empujados por sus cuidadores, generalmente emigrantes; y los matrimonios de mediana edad caminando del brazo hacia las urnas. Voto temprano, compro el periódico y me siento en mi plaza ante mi segundo café. Enseguida Olavide se va llenando  de gente, familias con niños pequeños, muchos ancianos tomando el sol de primavera, mientras los indigentes duermen en sus bancos, ajenos al ajetreo político. Los mismos indigentes a los que la líder de los conservadores pretende alejar del centro de Madrid para que no espanten a los turistas.












Las voces de un hombre de edad, sentado cerca mí, me hace perder la concentración en la lectura. Habla a gritos con otra pareja de ancianos, algo más alejada. Dice: "Pues si quieren repartir  que comiencen con regalar su piso, ¿sí o no? ¿Tengo o no tengo razón?" Esto es lo que hay. Esto es lo que debo respetar. Hay veces en que me resulta tan difícil...

domingo, 24 de mayo de 2015

"Mañana", por Manuel Vicent

Hay épocas en que se produce una explosión juvenil que muchos confunden con una revolución política, pero se trata solo de la ruptura estética de una generación, que se niega a ser como sus padres e impone en sociedad sus propios ritos. En nuestra reciente historia se han dado tres asaltos de esta clase. Mayo del 68 en París fue una llamarada de rebeldía que tuvo una réplica amortiguada en la universidad española. Era aquel tiempo en que en nuestro país los estudiantes comenzaron a soñar con la libertad corriendo delante de los guardias. De aquellos sueños derivó nuestra democracia. Años después, una nueva generación se presentó a sí misma en sociedad a caballo de los socialistas llegados al poder en octubre de 1982 y aquellos jóvenes comenzaron a cabalgar muy por encima del Gobierno. La ruptura no se produjo en la política, sino en la calle, en las aulas, en los estadios, en las discotecas, en las formas de vivir, de amar, de viajar, de vestir, de hablar. Un nuevo relevo generacional se está produciendo ahora mismo en nuestra sociedad. Los jóvenes que anidaron en la Puerta del Sol un 15 de mayo están dispuestos a acampar en las instituciones del Estado. Tampoco traen una revolución política, sino un ideal de limpieza y de moralidad pública, pero en este sentido hay que saber quién es joven y quién es viejo en esta batalla. Aunque tengas 30 años serás un viejo si bajas los brazos frente a cualquier adversidad; en cambio uno es joven a cualquier edad si tiene un proyecto por pequeño que sea. Basta con que crea que es interesante levantarse de la cama porque espera que ese día va a suceder algo agradable. No es necesario cantar bajo la ducha ni realizar estiramientos y abdominales. La juventud es un modo de ser, una forma de estar en el mundo. Bienvenido al nuevo horizonte, que sin duda puede abrirse mañana.

Menuel Vicent, diario El País, 24 de mayo de 2015

Emilio Lledó: La decencia

"Ojalá este domingo regrese precisamente eso, la decencia. Debemos votar por ello. Sería una bendición que nos ayudaría a cortar el paso al engaño, la falsedad; resultaría toda una venganza contra los prepotentes", manifiesta el filosofo Emilio Lledó en una espléndida entrevista realizada por Jesús Ruiz Mantilla para el diario El País, publicada el 21 de mayo. "Para mi sigue resultando válido lo que Aristóteles resaltaba como gran característica de quien se dedique a ella [la política] considerándola servicio público: una tarea para hombres decentes. Sin embargo ahora está en gran parte en manos de lo contrario y, además, esa falta de virtud se exhibe con poder. Lo que debería ser la política se ha transformado en estupidez y chulería nauseabunda".

El Roto


sábado, 23 de mayo de 2015

El Roto

El Roto, 20 de mayo de 2015

"Indefensos ante la manipulación", por Rafael Argullol

"Nuestra época ya no ha recuperado, o no ha querido recuperar, la verdad interna de la palabra. Si somos sinceros, nuestra época ya no piensa en términos de palabra o de verdad. “Dar la palabra”, un ritual sacralizado hasta hace poco, ha dejado, en apariencia, de tener significado, y en nuestra vida pública la presencia de la verdad se ha convertido en fantasmagórica, aplastada por las obesas siluetas de la rentabilidad, la eficacia, el impacto o la utilidad. En lenguaje, o la falta de lenguaje, lo dice todo: compárese el tono con el que se proclama la actual construcción europea con el que refleja Zweig en El mundo de ayer cuando hace referencia al entusiasmo con que Rilke, Valéry y tantos otros se referían a la “unidad espiritual” de Europa. Europa era una cultura; no, como alardean los portavoces del presente, una marca."

Os ofrezco un extracto del artículo Indefensos ante la manipulación, firmado por Rafael Argullol y publicado por el diario El País el 20 de mayo de 2015. Habla de la figura de Stefan Zweig. Os lo recomiendo.

viernes, 22 de mayo de 2015

Lole y Manuel, "Tu mirá"


Ha muero Manuel Molina Jiménez. Lole y Manuel, parte de mi juventud. Sirva esta canción der homenaje.

"El año del pensamiento mágico", en el Español

Joan Didion, ensayista norteamericana, escribió El año del pensamiento mágico tras sufrir, en corto espacio de tiempo, la muerte de su marido, el también escritor John G. Dunne, y la de su hija Quintana. Con esta obra desgarradora ganó el Premio Nacional del Libro en Estados Unidos. Fue la actriz Vanessa Redgrave quien subió al escenario a representar este conmovedor monólogo. Estos días lo trae a la sala pequeña del Teatro Español la actriz Jeaninne Mestre, dirigida por Juan Pastor. Leo críticas muy elogiosas de su trabajo y me acerco al teatro predispuesta a disfrutar de hora y media de gran teatro.









Hay que reconocer que el esfuerzo exigido por un texto tan complejo, en el que se mezcla el dolor con la ironía, la desesperación con una disección gélida de las emociones, no es tarea fácil. Pero creo que la actuación de Mestre no le hace justicia a un texto tan espléndido. Por momentos me resultó histriónica, poco creíble, con una desmesura artificiosa. Le falta sutileza y hondura. Eché de menos a la Lola Herrrera de 5 horas con Mario.
Os dejo con un trailer de los ensayos:


jueves, 21 de mayo de 2015

La Philharmonia Orchestratrae: Mendelsson y Chaikovski al Auditorio

Con la proximidad del verano, y gran dolor de mi corazón, se va cerrando la temporada  del Auditorio. Ibermúsica nos ofreció anteayer un precioso concierto, a cargo de la Philharmonbia Orchestra, dirigida por Vladimir Ashkenazy, y un programa de primer orden: la Obertura para el cuento de la bella Melusina y el Concierto para violín y orquesta en mi menor, de Mendelsson y, para cerrar, la Sinfonía núm. 5 en mi menor, de Chaikovsky.
Debo reconocer que durante la Obertura mi mente vago errática y escuché la música como telón de fondo a mis pensamientos. Cuando no soy capaz de dejar las preocupaciones en casa, me cuesta algo de tiempo concentrarme, y es la primera pieza del programa quien paga las consecuencias. En cuanto salió al escenario la violinista Patricia Kopatchinskaja y comenzaron a sonar los acordes del Concierto cesaron mis elucubraciones y fui uno con la orquesta. Cómo sustraerse al magnetismo de ese violín, pura pasión, al transporte que parecía vivir la joven solista, entregada enteramente a la música. Una pieza redonda, compuesta por Mendelsson en la cima de su arte, plena de expresividad y virtuosismo. Os lo ofrezco interpretado por Anne Sofie Mütter:



Tras el descanso llegó Chaikovsky. Aunque para mí la Sexta está por encima del bien y del mal, toda la obra del ruso me conmueve profundamente, y esta Sinfonía, sobre todo en sus dos primeros movimientos, me deja temblando. Ahí se palpa el alma de su creador, esa desolación que impregna toda su obra, aún más patente cuando se combina con esos momentos  de alegría casi infantil, rememorando el gozo de los instantes felices, como en el precioso vals del tercer movimiento. Sin embargo en esta composición hay algo que siempre me chirría, y es la marcha triunfal del cuarto movimiento, que me obliga a cambiar bruscamente de estado de ánimo y siempre siento como metida a calzador. Un punto artificiosa, algo forzada. No sé qué opinaréis. Os dejo con ella, interpretada por la Filarmónica de Viena, con Herbert Von Karajan en el podium:




miércoles, 20 de mayo de 2015

"Defendiendo el fuerte", por Almudena Grandes

Al principio, Almudena no lo entendió.

Es una locura, le dijo, un disparate, un sacrificio desproporcionado, tú eres un privilegiado, tenemos una vida buena, tranquila, la literatura, la universidad… Luis escuchó en silencio. Después, contraatacó con palabras antiguas, calientes, argumentos de poeta, desde la doble trinchera de la razón y del corazón. Esas palabras también pertenecían a Almudena, pero no resultaron tan contundentes, tan eficaces, como la luz que brillaba en los ojos de su marido. Porque, desde el primer momento, ella supo que él iba a decir que sí.

De perdidos, al río, se dijo Almudena entonces. Si lo va a hacer, lo haremos juntos, y lo haremos bien, y llegaremos hasta el final. Pero en aquel momento ella no sabía toda la verdad. Qué valiente es Luis, le decía la gente, y qué insensato, a quién se le ocurre subirse en un barco del que todas las ratas están escapando ya… Pero esa gente tampoco sabía toda la verdad.

La verdad es sencilla y complicada a la vez, como las buenas historias, y conviene dejar que la cuenten los protagonistas. Almudena ha dejado su casa en la ciudad, su vida buena, tranquila, y se ha mudado a vivir al fuerte. Es un recinto viejo, noble, levantado piedra sobre piedra con el sudor y la implacable determinación de nuestros antepasados. También con sus errores, la amarga herencia que desató la corrosión antes de tiempo. Los muros resisten de milagro, pero sus cimientos son muy hondos, porque están anclados en el destino mismo de la humanidad, en el sufrimiento de quienes no tienen nada, en la desventaja de quienes nacen sabiendo que no son nadie, en la injusticia de un sistema que ha decretado que los seres humanos nunca podrán ser iguales.

Por eso merece la pena defender el fuerte. Cada mañana, sus ocupantes levantan la bandera y suben a la torre más alta para contemplar el paisaje hostil, erizado de peligros, que amenaza su supervivencia. Allí, en una mezcolanza imposible, que desafía a todos los géneros conocidos, acechan los bárbaros, los salvajes, los hombres del rey, los recaudadores de impuestos, los apaches, los cherokees, las tropas del imperio y los villanos de Gotham City. En el subsuelo de la fortaleza, los renegados cavan túneles, pactan porcentajes, se reparten de antemano el botín que resultaría de una rendición que llegó a parecer irremediable. Todos ellos codician por igual el pañuelo de tierra que ocupan sus muros, unos pocos metros cuadrados cuya existencia compromete las estadísticas, hace fracasar los cálculos y complica el reparto del poder. Esa es toda la verdad, la que Luis sabía cuando dijo que sí. Almudena sabe ahora que merecía la pena, porque el fuerte resistirá. El fuerte no se rendirá.

Él sigue hablando, pronunciando palabras hermosas, antiguas, calientes, con la serenidad de quien apela a la conciencia y no al miedo, al corazón y no a los monederos de la gente. Almudena le mira, y le admira. Después de tantos años durmiendo en la misma cama, le asombra de pronto su fortaleza, la entereza de un hombre tan convencido de su razón como un político de otra época, cuando las palabras tenían peso, aroma y sabor, cuando las banderas no eran un trapo, ni las ideas una prótesis de quita y pon, que había que enseñar o esconder según conviniera.

A veces, Almudena mira a su alrededor y se pregunta si Luis y ella no se habrán vuelto locos. Pero remar a contracorriente es un ejercicio saludable para el cuerpo, que tonifica el espíritu y fortifica el pensamiento. Remando a contracorriente, contra toda lógica, todo pronóstico, se erigieron los muros de este fuerte que aún resiste. Algunas luchas son más dulces que cualquier victoria. Algunos caminos importan más que el triunfo de llegar primero a la meta. Esos son los esfuerzos necesarios. Ninguna hazaña es tan digna, tan esencialmente humana, como la voluntad de sobrevivir.

En los últimos días, Almudena ha pensado muchas veces si es justo, honesto, publicar este artículo. Al cabo ha decidido hacerlo, porque otros candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid se presentan con grandes apoyos públicos y privados. El capital con el que cuenta Luis García Montero, candidato de Izquierda Unida, es lo que dicen sus palabras. También la fe, la ilusión de muchos madrileños que ya habían renunciado a tener fe, a albergar ilusiones.

Detrás de Luis está el amor, la complicidad y la admiración de su mujer, que firma con orgullo estas líneas.

Almudena Grandes, El País Semanal, 17 de mayo de 2015

Virginia Gámez y Maite Martín: "Música de mi locura"



Maravilloso tema escrito por Virginia Gámez, una voz prodigiosa que no conocía, y Maite Martín, a quién adoro. Escuchadlas, merece la pena.

martes, 19 de mayo de 2015

Dibujantes urbanos

Vuelvo una y otra vez a mis pasiones, y os pido perdón por ser tan reiterativa. Los que me conocéis sabéis de mi amor por los cuadernos de viaje, sobremanera aquellos que acompañan los textos con dibujos. Un grupo de ilustradores están dando a conocer, a través de una red social, sus cuadernos de apuntes, recogidos bajo el epígrafe Dibujantes urbanos de Andalucía, España y Portugal. Un viaje apasionante a través de tierras y gentes, cada artista con su mirada. Me gustaría mostraros algunos de sus apuntes, realizados a vuela pluma.
Comienzo con el cuaderno de Pedro Arias Bohigas, y bajo estas líneas Dibujando los patios de Vejer, de Teresa Martel, y Desde la ventana, de Gabi Ronco.














Me resulta delicioso el dibujo de la izquierda, la playa de Cascais en mayo, y de un estilo muy diferente pero igualmente sugerente el apunte sobre el Pabellón de Chile, en Sevilla. El primero, de Rita Caré, y el segundo, firmado por Alfonso García García.












Joao Santos apresa la luz en el precioso dibujo de la derecha, realizado en el Algarve portugués, y Juan Valle Líndez firma el apunte del puerto de Sanlúcar de Barrameda.












Y termino con el cuaderno de un amigo, excelente dibujante: Luis Pérez Ortiz. Me muero de envidia malsana.


lunes, 18 de mayo de 2015

García Baena, un poema

Elegía

Me envuelvo en tu recuerdo
como en nieblas secretas que me apartan del mundo.
En la calle sonrío al amigo que pasa,
y nadie,
nunca nadie
adivinó mi muerte bajo aquella sonrisa
ni el frío sin consuelo de mis ojos que ciegan
pidiendo de los tuyos más desdén,
más veneno.
Ahora que la tarde se derrumba en las sombras,
y que el libro de versos resbala por mis manos,
ahora que la lluvia llora por los cristales
de mi ventana,
y llanto va a caer de mis ojos,
antes de que una mano encienda la dorada
llama de mi quinqué,
dime si tú no sueñas en tu balcón, ahora
que la lluvia nos une a los dos con sus lágrimas,
o si sobre el teclado de tu piano oscuro
agoniza Chopin
bajo tus manos trémulas.
Nunca sabrás el loco deseo que me tortura
de cautivar tus labios bajo mi boca ávida,
y sentir el latido de tu sien en mi mano
aprisionada como un pájaro aterido.
Pero no sabrás nunca nada de mi deseo.
Nada de cuando pienso desgarrar con mis dientes
los azules canales de tus venas
y juntos
morirnos desangrados, confundidas las sangres.
Pero estamos ajenos.
Yo sigo en mi ventana,
y tú soñando en otro mientras Chopin suspira,
ahora que aún no arde en mi quinqué la luz

y que a los dos nos une la lluvia con sus lágrimas.

Leo en el periódico una entrañable entrevista a Pablo Garcia Baena, un  poeta del que fui asidua lectora siendo más joven y que, inexplicablemente, abandoné. Le recupero para Mi casa.

sábado, 16 de mayo de 2015

En el centenario del nacimiento de Edith Piaf



Se cumplen cien años del nacimiento de Edith Piaf.  Sirva esta hermosa canción de homenaje.

Forges

Inexplicablemente, parece que la cosa es así, y que seguirán gobernándonos los mismos políticos que despreciamos. Pero ¿les despreciamos realmente? A veces pienso que no es desprecio lo que sentimos, sino envidia, y esa simpatía ancestral, tan española, hacia los sinvergüenzas. Seguramente nos merecemos los políticos que tenemos. Voy a emigrar.

viernes, 15 de mayo de 2015

León Felipe: Auschwitz

Esos poetas infernales,
Dante, Blake, Rimbaud...
Que hablen más bajo...
¡Que se callen!
Hoy
cualquier habitante de la tierra
sabe mucho más del infierno
que esos tres poetas juntos.
Ya sé que Dante toca muy bien el violín...
¡Oh, el gran virtuoso!...
Pero que no pretenda ahora
con sus tercetos maravillosos
y sus endecasílabos perfectos
asustar a ese niño judío
que está ahí, desgajado de sus padres...
Y solo.
¡Solo!
Aguardando su turno
en los hornos crematorios de Auschwitz.
Dante... tú bajaste a los infiernos
con Virgilio de la mano
(Virgilio, "gran cicerone")
y aquello vuestro de la Divina Comedia
fue un aventura divertida
de música y turismo.
Esto es otra cosa... otra cosa...
¿Cómo te explicaré?
¡Si no tienes imaginación!
Tú... no tienes imaginación,
acuérdate que en tu "Infierno"
no hay un niño siquiera...
Y ese que ves ahí...
Está solo
¡Solo! Sin cicerone...
Esperando que se abran las puertas del infierno
que tú ¡pobre florentino!
No pudiste siquiera imaginar.
Esto es otra cosa... ¿cómo te diré?
¡Mira! Este lugar donde no se puede tocar el violín.
Aquí se rompen las cuerdas de todos
los violines del mundo.
¿Me habéis entendido, poetas infernales?
Virgilio, Dante, Blake, Rimbaud...
¡Hablad más bajo!
¡Tocad más bajo!...¡Chist!...
¡¡Callaos!!
Yo también soy un gran violinista...
Y he tocado en el infierno muchas veces...
Pero ahora aquí...

Rompo mi violín... y me callo.

jueves, 14 de mayo de 2015

"Si esto es un hombre", de Primo Levi

Por esas casualidades de la vida, un acontecimiento familiar me lleva a Frankfurt hace ahora un mes, y con motivo de ese viaje se organiza una visita a Weimar y al campo de concentración de Buchenwald. Tengo interés en conocerlo; creo que de algún modo se lo debemos a todas las víctimas del nazismo, asomarnos al horror que somos capaces de crear, al mal por antonomasia. Y no olvidar, para nunca repetir.
Antes, durante y después del viaje he leído las novelas que Jorge Semprún, superviviente de Buchenwald, escribió sobre su estancia en ese infierno. Y sigo leyendo sobre ello.
Os mostraré el campo, os hablaré de mi viaje y de lo que ha supuesto para mí. Lo haré muy pronto. Pero hoy quería traeros unos párrafos de Si esto es un hombre, el extraordinario relato de Primo Levi sobre su estancia en Auschwitz:

"Entonces por primera vez nos damos cuenta de que nuestra lengua no tiene palabras para expresar esta ofensa, la destrucción de un hombre. En un instante, con intuición casi profética, se nos ha revelado la realidad: hemos llegado al fondo. Más bajo no puede llegarse; una condición humana más miserable no existe, y no puede imaginarse. No tenemos nada nuestro: nos han quitado las ropas, los zapatos, hasta los cabellos; si hablamos no nos escucharán, y si nos escuchasen no nos entenderían. Nos quitarán hasta el nombre: y si queremos conservarlo deberemos que encontrar en nosotros la fuerza de obrar de tal manera que, detrás del nombre, algo nuestro, algo de lo que hemos sido, permanezca"
(...)
Imaginaos ahora un hombre a quien, además de a sus personas amadas, se le quiten la casa, las costumbres, las ropas, todo, literalmente todo lo que posee: será un hombre vacío, reducido al sufrimiento y a la necesidad, falto de dignidad y de juicio, porque a quien lo ha perdido todo facilmente le sucede perderse a sí mismo; hasta tal punto que se podrá decidir sin remordimiento su vida o su muerte prescindiendo de cualquier sentimiento de afinidad humana; en el caso más afortunado, apoyándose meramente en la valoración de su utilidad. Comprenderéis ahora el doble significado del término "Campo de aniquilación", y veréis claramente lo que queremos decir con esta frase: yacer en el fondo.
Häftling: me he enterado de que soy un Häftling. Me llamo 174517; nos han bautizado, llevaremos mientras vivamos esta lacra tatuada en el brazo izquierdo."
(...)
Una banda empieza a tocar junto a la puerta del campo: toca Rosamunda, la famosa canción sentimental, y nos parece tan extraño que nos miramos sonriendo burlonamente; surge en nosotros un amago de alivio, puede que todas estas ceremonias no sean más que una payasada colosal al gusto germánico. Pero la banda, al terminar Rosamunda, sigue tocando otras marchas, una tras otra, y he aquí que aparecen los pelotones de nuestros compañeros que vuelven del trabajo. Vienen en columnas de cinco: tienen  un modo de andar extraño, inhumano, duro, como fantoches rígidos que solo tuviesen huesos: pero andan marcando escrupulosamente el tiempo de la música".

A los nazis les gustaba la música y obligaban a los prisioneros a cantar, acompañando a las bandas, mientras les mantenían firmes en la plaza del campo durante horas, un amasijo de huesos en pleno invierno alemán, semidesnudos sobre la nieve; la música acompañaba las ejecuciones, las palizas, la  actividad del crematorio. Música clásica, marchas militares, música popular.

Os dejo con Rosamunda:

miércoles, 13 de mayo de 2015

"Leaving on a Jet Plane", John Denver



Otra canción llena de recuerdos.

"Memoria por correspondencia": la dramática infancia de la pintora Emma Reyes

Me entero por un artículo firmado por Rafael Narbona en El Cultural de el diario El Mundo de la edición, por parte de Libros del Asteroide, de Memorias por correspondencia, de Emma Reyes, pintora colombiana de la que nunca había oído hablar. Se trata de las 23 cartas enviadas por la artista a su amigo e historiador Germán Arciniegas, en el período transcurrido entre 1969 y 1997. Emma murió en Burdeos en 2003. En esas cartas Emma relata sin sentimentalismos, con una prosa "de helada y escabrosa belleza", según Narbona, su desdichada infancia junto a su madre y su hermana Helena.









"Desconocía la identidad de su padre", escribe Narbona, "su única hermana se llamaba Helena y su madre era la señora maría, una mujer neurótica e inestable que confinó a las niñas en una pequeña habitación, limitándose a visitarlas de tarde en tarde para garantizar su supervivencia. Siempre se mostró fría, arisca, brutal. Las niñas solo abandonaban su encierro para jugar en un estercolero, sin ignorar que cualquier motivo podía desencadenar un aluvión de bofetadas, insultos y tirones de pelo".












Así comienza una vida de maltratos sucesivos, sin amor ni cuidados, una infancia dramática que más tarde plasmará en sus cuadros y dibujos. He visto su obra a través de la red y me ha impresionado la desolación que transmite. Buscaré el libro, y os contaré.


martes, 12 de mayo de 2015

Zubin Mehta dirige una "Patetica" memorable

Una noche memorable, la del pasado sábado; un concierto extraordinario, para muchos el mejor de la temporada de las Juventudes Musicales. Un Zubin Mehta en estado de gracia, al frente de la Maggio Musicale Fiorentino, y un programa de los que se te agarran al corazón. Para empezar, la Obertura Leonora III, de Beethoven, una de las cuatro oberturas que compuso para su única ópera, Fidelio, que en principio tituló Leonora o el amor conyugal. En está obertura condensó el argumento de la obra: Primero, la tristeza y melancolía de Florestán, encarcelado en una mazmorra; le sigue un momento de plenitud y esperanza, cuando recuerda sus momentos felices; luego un episodio dramático, ante la posibilidad de verse condenado; y llega el final victorioso, la conquista de la libertad y su reencuentro con Leonora.
Pero lo mejor estaba por llegar. Pocas piezas tan hermosas, tan conmovedoras como el Preludio y muerte de Isolda, de Richard Wagner, inspirada en el amor del músico por Mathilde Wesendonch, la mujer de su mecenas, y por la filosofía de Schopenhauer. "Nunca en mi vida, habiendo disfrutado la verdadera felicidad del amor, erigiré un monumento mayor que este, el más hermoso de los sueños, en el que de principio a fin, el amor podrá por una vez, conseguir perfección absoluta. He ideado el Tristán e Isolda más esencial y sin embargo con el diseño musical más vigoroso que pueda imaginarse. Con la "bandera negra" que se agita al final de la obra, me cubriré para morir", escribe Wagner a Liszt.
Y para terminar, la Sinfonía núm. 6 en si menor "Patética" de Chaikovsky, su última sinfonía, su despedida, la obra más desgarradora que conozco. Dicen los expertos que el compositor intuía su muerte, y convirtió esta sinfonía en su adiós a la vida. Su primer y cuarto movimiento me trastornan., y Mehta la bordó hasta el escalofrío.

Os ofrezco ambas. Comienzo con el Preludio y la  Bayerische Staatsoper Bayerisches Staatsorchester, dirigida por Mehta:



Y concluyo con La Patética, interpretada por la Filarmónica de Viena, dirigida por Herbert von Karajan




lunes, 11 de mayo de 2015

"Medea", en el Teatro de La Abadía: excepcional Sánchez-Gijón

Ver enloquecer a Medea en el escenario, verla desgarrarse de dolor, ser testigo de su derrumbe, de su agonía. El poder mortífero del amor cuando por él la mujer ha llegado a cualquier aberración, a crímenes aberrantes, Medea por el amor de Jasón traiciona y mata. Y esta mujer, una fuerza de la naturaleza, es capaz de todo para vengarse de su amante, de su amor rechazado, de su abandono. Aitana Sanchez-Gijón ofrece un trabajo hipnótico, convierte el escenario en un ara donde se inmola y sacrifica a sus hijos. Impresionante, sobrecogedora Sanchez-Gijón.  "No hay mayor dolor que el amor", dice Medea.











Sola llena el escenario, se entrega totalmente y el drama se apodera de toda la sala. Pero no solo ella está sobresaliente en la representación de Medea, en la Abadía. La versión del texto de Séneca y la dirección de la obra, a cargo de Andrés Lima, me pareció soberbia, así como su papel como corifeo, Creonte y Jasón; igualmente sobresaliente Laura Galán como la nodriza, por no hablar del excelente trabajo de Joana Gomila como corifea: una voz bellísima acompaña a Medea cantando, junto al sonido de un contrabajo, Tierra, de Veloso, o la Tonada  de luna llena. La escenografía, la iluminación, el vestuario, más aciertos.











Para completar la trilogía con la que se estrena el Teatro de la Ciudad me quedan por ver Antígona, de Miguel del Arco, y Edipo Rey, de Alfredo Sanzol. En los próximos días. No os lo perdáis. Os iré contando.

sábado, 9 de mayo de 2015

All About That Bass - Postmodern Jukebox European Tour Version



Música para alegrar el día.

Grafitis: voces de la calle

La Tierra se precipita hacia el sumidero... y sus habitantes contemplamos su caída, inmutables. Se desangra. Todas las mañanas, al leer la prensa, me escandalizo y paso página; al ver las noticias en televisión, desvío la mirada cuando sospecho que las imágenes herirán mi acomodada sensibilidad. Y me considero una mujer comprometida.















Definitivas las que muestras a facebook (en el mismo paquete todas las redes sociales) como escaparates de nuestra intimidad. Lo detesto, y sin embargo yo formo parte de esa comunidad exhibicionista. Así están las cosas.











Os vuelvo a traer algunos grafitis talentosos, o por su agudeza crítica, o por su ingenio y plasticidad. Voces de la calle.