He disfrutado enormemente viendo
Valor de ley y el gran trabajo de Jeff Bridges, aunque confieso que me llevé más de un sobresalto y, en algún momento, me tapé los ojos. Es un gusto rememorar los westers de mi infancia, aunque no recuerdo que se explayaran tanto con las truculencias como lo hacen los directores actuales, en pos de un mayor realismo, imagino. La película es muy entretenida, está magníficamente dirigida por los Cohen y no me parece justo el trato que le ha dispensado la Academia americana en la concesión de los Óscar. Pero esperaré a ver
El discurso del rey antes de opinar
.Os ofrezco el trailer.
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