A la exposición
Maestros del caos: Artistas y Chamanes, de la que os hablé hace unos días, me acompañó mi nieto. Pensé que la vistosidad de las piezas le resultaría atractiva y alimentaría su creatividad, y así fue, aunque tuve serias dudas cuando entramos en la sala y nos dimos de bruces con algunas fotografías, máscaras y vestiduras bastante inquietantes. Pero a los niños de hoy pocas cosas les asustan. Para mi sorpresa, mi nieto las encontró divertidas e inmediatamente se puso a dibujarlas.
No me resisto a traer sus dibujos a Mi casa. Amor de abuela.
Tenemos un artista en ciernes, Sol. Tiene suerte de disfrutar de una abuela que le lleve a descubrir mundos fascinantes.
ResponderEliminarComo ves, se me cae la baba con él. Un beso enorme, David
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