Hay libertades que desconozco; humillaciones, las que no pude evitar. Y no me doblegué, me doblegaron. Por eso soy eterno aprendiz en el amor. Y, así, i nunca me entrego del todo: dejo entreabierta la salida de emergencia, en la que he colocado un botiquín con analgésicos, estupefaccientes y un puñal calibre cuarenta y cinco. Y eso sí: cuido poco, poquísimo, lo que te digo...Armida.
Hay libertades que desconozco; humillaciones, las que no pude evitar. Y no me doblegué, me doblegaron. Por eso soy eterno aprendiz en el amor. Y, así, i nunca me entrego del todo: dejo entreabierta la salida de emergencia, en la que he colocado un botiquín con analgésicos, estupefaccientes y un puñal calibre cuarenta y cinco.
ResponderEliminarY eso sí: cuido poco, poquísimo, lo que te digo...Armida.
Jajajaja, ya lo sé, Rinaldo. Te conozco.
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