No sé quién es el autor de esta fotografía, que me ha enternecido enormemente. Por ende, tampoco sé quien es esta anciana, ni dónde se tomó la imagen. Pero me resulta insólita y esperanzadora. Insólita porque, pobre de mí, víctima de todos los prejuicios, me sorprende ver a una anciana ataviada como las campesinas poco letradas de la Europa profunda enfrascada en la lectura, mientras sujeta con mimo a quien, sospecho, son su única compañía. Y esperanzadora porque si personas tan poco sospechosas de "intelectualidad" confían parte de su felicidad a las páginas de un libro, no todo está perdido. Sé que soy un saco de tópicos, pero poco más puedo ofrecer.
Precioso comentario y bellísima imagen. Gracias
ResponderEliminarGracias a ti, Joaquín. Un beso grande
EliminarPara nada lo eres, Sol. Feliz semana.
ResponderEliminarSí lo soy, sí, David, pero es lo que hay. Muchos muchos besos
Eliminar