Me gustó especialmente la secuencia que veis encabezando el comentario. Untitled.Turquoise Room 1,3,5, obra de la fotógrafa filipina Gina Osterloh realizada en el 2007. Esa joven hundida en el suelo, con la cara oculta, comiendo o vomitando confetis me resulta muy inquietante, más aún por el brillante colorido de la imagen. Me recordó a alguna película de terror japonesa. Abajo, a la izquierda, Sueño de chocolate, una de las tres imágenes que forman la serie (un tanque, un avión y un barco cubiertos por chorretes de chocolate), firmada por Hideyuki OhBa. Y a la derecha, del malayo Sherman Ong, Hanoihaiku, una serie en la que nos muestra interiores con personajes en distintas tareas, composiciones en varios planos que me han gustado mucho.
Sobei Nishino reinventa las ciudades, las reinterpreta a su capricho a través de collage que realiza manipulando fotografías aéreas de distintas ciudades del mundo. El efecto resulta mágico y muy atrayente. Las dos macrofotografías que cuelga en la exposición son las que más curiosidad suscitaron entre los visitantes, que se disputaban la primera fila para observar los detalles de cerca. Y hacer fotografías, pese a que no estaban permitidas. Diorama map. A la derecha, una imagen de la serie Madame Cucumber, del japonés Miwako Iga, realizada en 1999. Una propuesta interesante sobre la que sigue trabajando el artista en la actualidad, utilizando la plasticidad de las muñecas y su poder evocador para sumergirlas en diferentes escenarios, buscando un efecto a veces muy perturbador. En ARCO presentó una obra más actual, aún fiel a sus planteamientos de entonces. Os la muestro.
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