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jueves, 7 de junio de 2012

"Medio pan y un libro", de García Lorca

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. "Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre", piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.

No solo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan, sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre facilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros? ¡Libros!

¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: "amor, amor", y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor Fedor Dostoyevski, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, solo decía:"¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!". Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el tema de la república debe ser "cultura". Cultura porque solo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz."

Estas fueron las palabras que García Lorca dedicó en 1931 al pueblo de Fuente Vaqueros con motivo de la inauguración de la biblioteca municipal.

2 comentarios:

  1. Hola Sol Pau.
    Encantadoras palabras las de Federico García Lorca. Ya llevo unos años pensando que el gran mal de nuestra sociedad, es la cultura. Los hombres poderosos no son cultos, ahora se ostenta el poder con toda clase de artimañas y atajos constitucionales “corrupción” y de este modo el desastre está garantizado, me declaro Socialista de herencia genealógica, pero es que han sido un atajo de ignorantes he incompetentes y lo siguen siendo claro, de la derecha en la actualidad no digo nada, estos además ignorantes y horteras, son despiadados con las sociedades más darwinistas- que eso, si, es grave-. Esto me hace recordar las palabras de Epicuro: “ Tan grande es la ignorancia de los hombres, tan grande su locura que algunos por temor de la muerte son empujados a la muerte”. Bien le vendría a más de uno que cogiese un libro. Menudo panorama.
    Un saludo.

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  2. "Hablo con la fe arraigada que solamente tienen el poeta, el niño y el tonto puro"
    ¡Dios mio, Federico! ¡¡¡Cómo te echamos de menos!!!

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