Paseo junto a las torres que ocupan la antigua sede de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, a cuya piscina venía a nadar siendo niña. Cambia la ciudad, y desaparecen los escenarios en los que se desarrolló tu vida. Ahora estas torres, por otra parte hermosísimas, pretenden representar una ciudad que no existe.
Aterida, cámara en ristre, intento captar la belleza reflejada en su piel de cristal. Y este breve respiro me conforta. Vuelvo a cruzar el umbral y regreso al hospital.
Deduzco por esta entrada que hay alguien cercano en el hospital, lo que quiere decir que lo estás pasando mal. Espero que todo se arregle pronto. Un abrazo para animarte y otro para agradecerte las imágenes.
ResponderEliminarSí, este año me está resultando axfisiante. Gracias por tus palabras, y un abrazo muy fuerte.
EliminarSea lo que sea por lo que entras en el hospital, espero que sea para bien, Sol. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar