oki oki ni
mono omou haru no
yukue kana
Cada mañana
¿dónde va pensativa
la primavera?
*
yuudachi ya
kusa ba o tsukamu
murasuzume
Un aguacero.
Se agarran a las hierbas
los gorriones.
*
ugisu no
koe tooki
hi mo
kurenikeri
Canto lejano de ruiseñor.
El día de hoy también
llega a su ocaso.
Estos haikus fueron escritos en el siglo XVIII por el pintor y poeta Yosa Buson. Gracias, Celia, por descubrirme su obra.
Querida Sol,gracias por esta preciosura, los haikus y esa ilustración que no conocía.
ResponderEliminarHay en mi biblioteca algunos libros de haikus pero sin ilustración.
Algunos años atrás - no quiero sacar la cuenta - intenté escribir algunos y, por supuesto, desistí. Fueron momentos en que esta poesía delicada, como de instantánea, se unía a mi historia afectiva.
Y me siguen acompañando. Aparecen cada tanto, como cuando sale el sol después de una lluvia de verano, o cuando hay niebla en mis ojos y en mi corazón y la despejan.
Difícilmente podría definir, sin entrar en un mundo de metáforas y etcéteras, lo que siento cuando aparece un haiku.
Son unos dedos que acarician, son pajarillos comiendo de mi mano,son la sonrisa que llega de pronto.
Un placer inmenso visitar tu casa y cuánta alegría me da cuando se abre la puerta y me lleno de luz.
Un beso grande.
Celia Romero.
Gracias Celia. Tú sí irradias luz, querida. Te mando un enorme abrazo
EliminarQué maravillosa la Naturaleza contada por estos tipos.
ResponderEliminarUn beso.
Imagino lo que debe ser leerlos en su lengua, con toda su música. Una maravilla, sí. Un beso, Roberto
EliminarMe gusta mucho tu blog, gracias por compartir tu mundo.
ResponderEliminarGracias a ti, Elena, por caminar por Mi casa, que es la tuya. Un beso enorme
EliminarLa sutileza de las cosas pequeñas solo en apariencia.
ResponderEliminarSí, la importancia de lo insignificante, de lo que pasa desapercibido, verdad? Muchos besos, David
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