Confieso que una de las noticias que más me han sorprendido en los últimos tiempos es la concesión del Premio Nacional de Ilustración correspondiente a este año a Andrés Rábago, El Roto, galardón concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Y no porque no lo encuentre merecidísimo (considero a El Roto más un agudo analista político-social que un ilustrador) sino porque haya sido el gobierno actual el responsable de su premio. Y solo se me ocurren tres posibles razones para ello: o bien el señor Wert, ilustre ministro del ramo, no se entera de lo que Rábago denuncia en sus viñetas, posibilidad improbable porque denotaría un grado de idiocia supino, excesivo incluso para él; o los señores que nos gobiernan están convencidos de su nula responsabilidad sobre la crisis económica, política y social que nos aplasta, cosa más que probable; o de repente el Gobierno ha sufrido un ataque de apertura intelectual y espíritu democrático, ese talante que permite aceptar e incluso valorar las críticas cuando se realizan con respeto e inteligencia, como es el caso. Si os soy sincera, lo dudo.
A veces es el premiado el que da categoría al premio. Este es el caso. Según el ministerio se le otorga el galardón por "su visión crítica, poética, aguda e inteligente que nos ayuda a reflexionar sobre cómo somos y cómo vivimos; además de por su defensa del libro en particular y de la cultura en general como herramientas imprescindibles para la construcción de una sociedad avanzada". Un premio impecable.
El Roto es un grande, efectivamente.
ResponderEliminarOlvida la tercera razón.
(Es Andrés Rábago)
Un beso, Sol.
Jajajaja, la olvidé en cuanto la escribí. Ya corregí el error, infinitas gracias. Y un abrazo fuerte
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