Se estrena en Ibermúsica el grupo orquestal zaragozano Al Ayre Español, dirigido por su fundador, el clavecinista Eduardo López Banzo. Se trata de una formación que ha ganado prestigio a través de los años, especializado en música antigua pero que ha ido flexibilizando su proyecto de manera que, sin abandonar a Haydn o Bach, han ampliado su interés a la música romántica. De ahí que, en esta ocasión, nos hayan ofrecido dos de las piezas más conocidas de Mozart, la Sinfonía núm. 40 en sol menor y la Sinfonía núm. 41 en do mayor (Júpiter).
Ya os he comentado en más de una ocasión que Mozart no forma parte de mis compositores de cabecera, aunque eso no quiere decir que no haya ocasiones en que sea su música la que necesite escuchar. Con el compositor austriaco, el placer estético está garantizado. Así que disfruté de sus sinfonías, del amor con que fueron dirigidas y de la dignidad de las interpretaciones.
Os dejo con el archiconocido Molto Allegro de la 40 Sinfonía, interpretado por la Filarmónica de Viena.
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