Voy huyendo de la gente, eligiendo los paseos menos transitados. Pese a que se acerca la hora del almuerzo las avenidas principales del parque rebosan una multitud bullanguera cuya vivacidad hoy no puedo compartir. Echo de menos mi tierra. Si pisara Asturias, si pudiera caminar por sus caleyas, si pudiera olerla, recobraría la alegría.
Es hermoso El Retiro en otoño. El desorden de las hojas caídas le aportan un algo salvaje que me encanta. Comienza a llover dulcemente. Me gusta mojarme.
"Cada banco parece una losa funeral, un monumento patético y sencillo del mejor estilo amoroso al mejor estilo romántico, ya que un jardín en otoño es la sepultura de muchos sueños encendidos en días de primavera".
Mañana será otro día.
Melancolía en tu entrada y en tus fotos (preciosas), pero cuando en otoño sale el sol en Madrid....
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y sí, mañana será otro día para todos.
Sí. Gracias por tus palabras, amiga mía. Un abrazo
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