Efectivamente, 78 años después de que César González Ruano publicara este artículo con el antetítulo Madrid entrevisto, las casetas de libros de segunda mano de la Cuesta de Moyano se ven bastante solitarias una mañana laborable de un radiante día otoñal. Me gusta mucho acercarme de vez en cuando por este lateral del Botánico, y rebuscar entre los libros en busca de alguna joya. Siempre encuentro ediciones apetecibles de escritores que me interesan (en esta ocasión, tres tomos de cartas y pequeños escritos de Kafka, pero piden un sentido y me voy sin ellos), aunque también llenan los tableros con bestsellers y novelitas cutres. Pero siempre me compensa acercarme, el Paseo del Prado es una de las calles más adorables de Madrid.
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domingo, 4 de noviembre de 2012
Por la Cuesta Moyano con González Ruano
"En Madrid, tenemos muy lejos el poco generoso río para pretender que los libreros de viejo armen sus cajas a la orilla izquierda del Manzanares, porque ningún Anatole France ni ningún Huyssmans de la dimensión literaria española llegaría hasta el margen de las aguas para rebuscar, entre montones de inutilidades, la aventura de encontrar un ejemplar curioso. Aún parecía lejos, a lo que se ve, la cuesta de Claudio Moyano que, subiendo de la Glorieta de Atocha, llega a la verde y natural puerta de El Retiro, y no ha sido una sola vez la que he oído lamentarse a los libreros de la Feria del Libro aquel traslado que sufrieron de las verjas del Botánico, en el Prado, a las tapias del Botánico, en la cuesta donde hoy están, y a las que llegan, según sus quejas, al fin escuchadas, tan pocos compradores."
Efectivamente, 78 años después de que César González Ruano publicara este artículo con el antetítulo Madrid entrevisto, las casetas de libros de segunda mano de la Cuesta de Moyano se ven bastante solitarias una mañana laborable de un radiante día otoñal. Me gusta mucho acercarme de vez en cuando por este lateral del Botánico, y rebuscar entre los libros en busca de alguna joya. Siempre encuentro ediciones apetecibles de escritores que me interesan (en esta ocasión, tres tomos de cartas y pequeños escritos de Kafka, pero piden un sentido y me voy sin ellos), aunque también llenan los tableros con bestsellers y novelitas cutres. Pero siempre me compensa acercarme, el Paseo del Prado es una de las calles más adorables de Madrid.
"¡Buen pretexto para para ir al Prado y pensar en el Prado lleno de libros", continúa el artículo de González Ruano, "en las tardecitas madrileñas en que todo Madrid es como un enorme cementerio con sol de paso por el cementerio! Viniendo de comprar un libro muerto, uno de esos libros grandes que pensamos leer y que no leemos nunca, volveremos por el Prado en los domingos de cuadro de Solana, buscando un café, y con esa dulce resignación que produce el Prado y que sintió Larra; la resignación de ver que en Madrid no se vive y que nos vamos a morir de un momento a otro para convertirnos en una especie de polvillo de salida de los toros: el polvo de indiferencia de todo lo de todos, que hace de Madrid un camposanto chillón y aficionado al chiste."
Efectivamente, 78 años después de que César González Ruano publicara este artículo con el antetítulo Madrid entrevisto, las casetas de libros de segunda mano de la Cuesta de Moyano se ven bastante solitarias una mañana laborable de un radiante día otoñal. Me gusta mucho acercarme de vez en cuando por este lateral del Botánico, y rebuscar entre los libros en busca de alguna joya. Siempre encuentro ediciones apetecibles de escritores que me interesan (en esta ocasión, tres tomos de cartas y pequeños escritos de Kafka, pero piden un sentido y me voy sin ellos), aunque también llenan los tableros con bestsellers y novelitas cutres. Pero siempre me compensa acercarme, el Paseo del Prado es una de las calles más adorables de Madrid.
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La Cuesta de Moyano fue para mí la principal fuente de mi tesis así que no te digo más de cuanto supuso y supone para mí.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un lugar especial, sí. Un abrazo también para ti
EliminarSoy mucho de libros viejos, prácticamente el 70% de los libros que compro son de segunda mano, así que por supuesto me encantan los mercadillos de libros. Estos días tenemos en Bilbao la "Feria del libro antiguo y de ocasión", mi cita con los libros favorita del año, y por supuesto ya he acudido.
ResponderEliminarSiempre he tenido claro que si algún día visito Madrid, esa mítica cuesta de Moyano será un destino imprescidible.
Saludos.
Tengo pendiente una visita a tu ciudad, procuro no perderme las exposiciones del Guggenheim y del Bellas Artes. Me encanta tu ciudad. Un abrazo muy fuerte, Ilona
EliminarCuando pienso en Madrid, cuando tengo mono de Madrid, que es casi siempre, incluso ahora que acabo de llegar de ahi, siempre me viene a la memoria esa cuesta. Y aunque en los ultimos años apenas si compro libros, unos cuantos de mi biblioteca salieron de esas cajas de tesoros y quincalla. Besos, Sol, estos dias paseando por Malasaña me he acordado de ti.
ResponderEliminarAhora comprendo por qué madrid estaba más acogedora estos días. Espero que hayas disfrutado de tu visita. Muchos besos, david.
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