Da gusto ver como los hermanos Taviani, esos venerables directores italianos, no han perdido con los años su gusto por el riesgo, por el cine comprometido, por la originalidad. No han perdido ni un ápice de talento.
César debe morir es una película sorprendente, más si tenemos en cuenta que tanto la idea como la realización son obra de dos artistas octogenarios que ya no tienen nada que demostrar. Y lo que se les ocurre es encerrarse durante una buena temporada en una cárcel italiana de máxima seguridad y proponer a un grupo de presos (homicidas, mafiosos, traficantes de drogas, todos con largas condenas) representar el
Julio César de Shakespeare. Seleccionan a los actores, reparten los papeles y comienzan los ensayos.
Todo en la película trasluce autenticidad, porque todo es verdad. Desde el escenario, la cárcel Rebibbia de Roma, hasta la fuerza expresiva de los actores representando un mundo de violencia y honor que conocen bien. Me gustó la adaptación de la obra de Shakespeare, el guión me pareció magnífico, espléndido el montaje y sobresaliente la interpretación de los protagonistas, especialmente Salvatore Striano como Bruto y Cosimo Rega como Casio. Muy merecido el "Oso de Oro" en el último Festival de Berlín, es la candidata italiana a los "Oscars 2013".
Os dejo un trailer:
Muy tentadora, Sol. Al final conseguiras que vuelva al cine. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarVe, yo creo que te encantará. Ya me dirás. Un beso, David
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