Llevo a mis hermanas a comer a un restaurante que me encanta, visita obligada en Harlem: el restaurante Silvia's, en el 318 de la Avenida Lenox. Cuando lo visité por primera vez era frecuentado fundamentalmente por el vecindario, pero pese a que ahora ves grupos de extranjeros (unos españoles nos preguntan cuál es la especialidad de la casa) y hay que hacer cola para obtener mesa, conserva todo su encanto y sus costillas siguen siendo manjar de dioses. Esperamos turno en la barra, saboreando un vermut especialidad de la casa, y luego disfrutamos de una comida encantadora.
Mientras lo haces, una cantante de maravillosa voz recorre las mesas cantando soul. Como siempre tenemos que montar el número, terminamos las cuatro cantando y bailando en nuestras sillas, excepto una de mis hermanas que se anima a acercarse al micrófono y acompañar al músico. Parecemos la familia Trapp.
El M2, en la 7º Avenida, nos deja a la altura de la 90 St. con la 5ª y bajamos caminando, bordeando Central Park. Comienza el gran Manhattan con sus hermosas casas, el Upper East Side. Ante nosotras la Museum Mile: el Metropolitan, la maravillosa silueta del Guggenheim, la Whitney, la Frick Collection. Las hermosas mansiones, el Manhattan más distinguido. Otro mundo.
Aaaaaaay!!!!!!!I can't say anything else.
ResponderEliminarPues me parece mal, deberías decir. Aunque aún me parece peor que las pequeñas estén tan calladas!!!
EliminarAsí que Valle no es un señor con toda la barba de asturianísimo apellido..., sino una de las esquinas tetramórficas (cuatro, que son cuatro), de esa miniatura mozárabe que "leí" un día en el Beato de la catedral de Gerona, y que flanqueaban a un enmandorlado Pantocrátor (acaso cada tetramórfica tenga su particular barbado sostenedor en la siniestra del respectivo "Ego sum lux mundi": yo qué sé).
EliminarSólo me faltaba que "José" (habitual de este colmado de las Musas) fuera otra de las hermanas del tetramorfos y que, en realidad, respondiese al cristianísimo nombre de María José (puede que Pepa pa los amigos).
Despistes mayores he tenido.
Es una esquina, Fred; la esquina segunda.Faltan las otras dos, que no se pronuncian.Ninguna María José. Muchos besos, y bienvenido. Te echaba de menos por nuestra Casa.
Eliminar¿Se nota en el retorcimiento del palique, Sol, que uno ha visto mucho barroco ultimadamente (sic)?
EliminarSe nota. Más que barroco, te veo algo rococó. Pero te disfruto igual. Besos
EliminarSe nota. Más que barroco, te veo algo rococó. Pero te disfruto igual. Besos
EliminarEso Valle, como que no puedes decir nada más. No tienes nada que decir del Guggengheim, de Park Avenue, del Dakota building, de Central Park, de Malcom X Bvrd, del bonito Harlem etc,etc,etc. ¡¡¡A qué has ido a NY Valleeeee!!! y eso que solo habla de un piquito de NY. Cuando venga lo gordo, ¿tampoco dirás nada? ¡¡Te mato Valichu!!
ResponderEliminarNo Manolin,mucho que sentir pero poco que comunicar.Para eso esta mi hermana que lo hace maravillosamente bien.Como dicen en mi tierra"cadun ye cadun".Pues eso...
ResponderEliminarYo soy tu voz. Eso me gusta mucho, hermana.
Eliminarpues con lo divertido que sería entreverarse en cuatro plumas, es una pena.
ResponderEliminarEs verdad, pero ya ves que cuñadas tienes. Impresentables.
EliminarNo, querido Fred, no soy el apodo de la quinta hermana de nuestra anfitriona, ni si quiera soy María José, sino José a secas y con acento en la e, que siendo muchísimos los registrados con este nombre a muy pocos conocerás con el mentado acento. Varón, 1,80 m. (antes del inicio de la osteopenia), tez morena, poquito pelo en la cabeza pero asumido felizmente desde los 30 años, bigote benemérito, edad suficiente, melómano apasionado y ante todo, camarada de nuestra viajera hasta que... completa la frase tu, Sol, que a mi me da penita. Snif.
ResponderEliminarLa muerte nos separe, José. Querido José.
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