Anteayer, en el Auditorio, La Pasión según San Mateo, de Bach, interpretada por La Capilla Real de Madrid acompañada por el Coro de niños de la Capilla Real, bajo la dirección de Oscar Gershensohn. Los que entráis habitualmente a Mi casa sabéis de mi absoluta devoción por Bach, ¿qué os puedo decir entonces de esta obra, una de las más bellas, emotivas y espirituales composiciones del maestro? Nada, nadie es comparable a Bach y su música, nada posee para mi tal capacidad de consuelo. Es la pura belleza. Pese que la orquesta no sea la mejor del mundo, ni las voces las más hermosas del panorama musical, La Pasión es tan monumental, tan extraordinaria que es capaz de colocarte en la estratosfera casi en cualquier ocasión. Este concierto tuvo la peculiaridad de contar con más de cuarenta voces infantiles, que dotaban al coro de una dulzura especial.
Todo contribuye a que esta composición resulte incomparable: la música de Bach en primer término, incalificable. La historia que cuenta, hermosísima y conmovedora, independientemente de las creencias religiosas de cada cual; y para terminar la carga poética con la que el autor de la letra, Christian Fiedrich Henrici, dotó al texto del Evangelista. versos libres de una ternura y una sensibilidad emocionantes.
Con ella os dejo, y os ofrezco un link donde podéis seguir la letra. Disfrutad, si es posible, a solas:
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