La Trump World Tower, entre las calles 47 y 48, pasa por ser uno de los edificios residenciales más lujosos del mundo, lujoso al estilo americano, esto es, profusión de dorados brillantes, escaleras mecánicas, conserjes y parafernalias varias. Su construcción no estuvo al margen de polémicas, ya que con su altura ( 258 metros), ensombrecía el colindante de las Naciones Unidas y ocultaba al vecino, y emblemático, edificio Chrysler. Allí poseen un piso Sofía Loren o Harrison Ford, entre otros.
Alguien me dijo una vez que, algunas torres neoyorquinas (y no solo) son comparables en belleza a nuestras catedrales, y a riesgo de que me tildéis de insensata, os diré que estoy de acuerdo. Esta profusión de torres, reflejándose unas en otras, transformándose con la luz, me resultan de una belleza apabullante, y comprendo que resulten irresistibles para las cámaras de los fotógrafos. Yo no sé llegar más lejos, de modo que os ofrezco lo que capté aquella tarde de domingo.
Como ya sabes lo que opino de la horterada del interior del Donald(duck)Trump y que os habreís hartado de jugar con el exterior, como demuestran tus fotografías, te comentaré que en su día hubo un gran cabreo en el mundo de la arquitectura y el diseño por la controversia que mencionas. No puede hacer sombra a la elegancia del edificio de Niemeyer-Le Corbusier(ONU) y mucho menos a ese maravilloso decó de Willian Van Alen en la 42 con Lexington configurando el "streamline moderne", llamado Chrysler Building. Y para mí, NY es la ciudad de las catedrales modernas y San Patricio. A seguir disfrutando y a narrarlo para que lo disfrutemos nos.Besos
ResponderEliminarPues allá voy, cielo. Muchos besos
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