La Orquesta da Camara y Martha Argerich en el Auditorio

La Orquesta da Camara, la excelente pianista Marta Argerich , el concertino y director de la formación Alexander Janiczek y la joven trompetista Mireia Farrés nos hicieron dos regalos espléndidos durante el concierto que celebraron hace unos días en el Auditorio Nacional. El primero, el maravilloso Concierto para violín, en la menor de Bach, con  Alexander Janiczek como solista, compuesto en 1720 en Köthen, el llamado "pequeño Versalles" alemán, una ciudad cercana a Leipzig que estoy deseando conocer, donde Bach vivió desde 1717 hasta 1723 y donde compuso la mayor parte de su música profana (las seis Suites para violonchelo, los Conciertos de Brandeburgo, el Álbum de Anna Magdalena y la primera parte del Clave bien temperado, todas ellas de una belleza excepcional). Del Concierto para violín en la menor os invitaría a escuchar fundamentalmente el segundo movimiento, el Andante, en el que suena mágico el violín mientras la orquesta se queda en segundo plano, prácticamente sin diálogo entre ellos.



El segundo regalo resultó un descubrimiento para mí: el Concierto para piano, trompeta y cuerdas núm. 1 en do menor de Shostakovich. Piano y trompeta; en mi ignorancia, jamás habría imaginado que pudieran armonizar de esta manera y crear algo tan hermoso. Escuchar a Martha Argerich, su enorme creatividad que contribuye a que cada una de sus interpretaciones resulte irrepetible, siempre es un acontecimiento, y muy valorable su generosidad con los jóvenes músicos, en este caso Mireia Farrés, una trompetista que estuvo a su altura en todo momento. Gustó tanto su interpretación que, en el bis, repitieron el Allegro con brio.

Me gustó menos el trabajo de la orquesta en la segunda parte del concierto, cuando abordaron la Sinfonía núm. 4, en si bemol mayor, de Beethoven.. Su interpretación me resultó pobre, un tanto plana. Pero es una formación muy joven, es necesario concederles tiempo para alcanzar mayor profundidad.

Os dejo con el Concierto de Shostakovich, interpretado por la Filarmónica de Nueva York, Martha Argerich y Philip Smith a la trompeta: