"Desconocía la identidad de su padre", escribe Narbona, "su única hermana se llamaba Helena y su madre era la señora maría, una mujer neurótica e inestable que confinó a las niñas en una pequeña habitación, limitándose a visitarlas de tarde en tarde para garantizar su supervivencia. Siempre se mostró fría, arisca, brutal. Las niñas solo abandonaban su encierro para jugar en un estercolero, sin ignorar que cualquier motivo podía desencadenar un aluvión de bofetadas, insultos y tirones de pelo".
Así comienza una vida de maltratos sucesivos, sin amor ni cuidados, una infancia dramática que más tarde plasmará en sus cuadros y dibujos. He visto su obra a través de la red y me ha impresionado la desolación que transmite. Buscaré el libro, y os contaré.
muy interesante la obra gráfica y estas cartas dramáticas narradas como sus trazos de una simpleza cruda...
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