Rubio es un acuarelista prestigioso, un artista con un dilatado currículum que os será fácil rastrear en la red. Hoy solo quería compartir con vosotros estas deliciosas escenas de café, que impulsaron mi imaginación hacia el Café Gijón (uno de los pocos de mi ciudad que sobreviven, preservando su espíritu: lo he traído a Mi casa en más de una ocasión), y me hicieron recordar una de las obras más deliciosas a él dedicadas, La noche que llegué al Café Gijón, de Paco Umbral. Logro encontrarlo en el fondo de mi librería. Umbral siempre es un regalo.
!!! Bienvenido ¡¡¡
Gracias por entrar. Antes de irte, echa un vistazo y comparte con nosotros. Nos interesa conocer todo lo que quieras compartir. ¿Has hecho algún descubrimiento deslumbrante? ¿Una película, un poema, un cuadro, un disco? ¿Una ciudad, un paisaje? Ábrenos una ventana y nos asomaremos.
Páginas
viernes, 23 de enero de 2015
Nemesio Rubio, en el café
Cuando viajo a cualquier ciudad, uno de los lugares qué más me interesa conocer, uno de los espacios a los que antes me dirijo son los cafés, los tradicionales, los de toda la vida, los de veladores, camareros con pajarita y olor a rancio. Sostengo que una ciudad que se respeta a si misma es aquella que ha logrado conservar sus cafés: París, Lisboa, Viena... En Madrid prácticamente no quedan (ciudad de nuevos ricos, políticos municipales incultos, horteras, pandilla de desaprensivos). Estas elucubraciones vienen a cuento de los "apuntes de café", de Nemesio Rubio, que hoy os ofrezco.
Rubio es un acuarelista prestigioso, un artista con un dilatado currículum que os será fácil rastrear en la red. Hoy solo quería compartir con vosotros estas deliciosas escenas de café, que impulsaron mi imaginación hacia el Café Gijón (uno de los pocos de mi ciudad que sobreviven, preservando su espíritu: lo he traído a Mi casa en más de una ocasión), y me hicieron recordar una de las obras más deliciosas a él dedicadas, La noche que llegué al Café Gijón, de Paco Umbral. Logro encontrarlo en el fondo de mi librería. Umbral siempre es un regalo.
Rubio es un acuarelista prestigioso, un artista con un dilatado currículum que os será fácil rastrear en la red. Hoy solo quería compartir con vosotros estas deliciosas escenas de café, que impulsaron mi imaginación hacia el Café Gijón (uno de los pocos de mi ciudad que sobreviven, preservando su espíritu: lo he traído a Mi casa en más de una ocasión), y me hicieron recordar una de las obras más deliciosas a él dedicadas, La noche que llegué al Café Gijón, de Paco Umbral. Logro encontrarlo en el fondo de mi librería. Umbral siempre es un regalo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario