La Esfinge o la lucha por la sabiduría, así titula una de sus secciones la exposición. La Esfinge era un ser híbrido con cara de mujer y cuerpo de león alado, con garras y cola serpenteante, cuya misión era poner a prueba la inteligencia de los humanos. Con palabras enigmáticas y frases enrevesadas detenía a las puertas de la ciudad a quienes querían entrar o salir de ella, y les lanzaba preguntas acerca de la condición humana o la organización del cosmos, devorando a quienes no contestaban o equivocaban la respuesta. Arriba la vemos representada en piedra caliza devorando a un guerrero, una escultura de la segunda mitad del siglo I d.d.C. Arriba, a la izquierda, La Academia de Platón, mosaico del siglo I a.d.C. encontrado en Pompeya. Y, a la derecha, Sócrates, copia de un original del siglo IV a.d.C.
El relieve del sarcófago que veis sobre estas líneas me resultó una pieza interesantísima. En ella se ve a Prometeo, sentado sobre una roca, modelando el cuerpo de un efebo sobre un pedestal. El movimiento de su cabeza, girada hacia Atenea, muestra el primer hálito de vida, ya que ella le está insuflando el alma a través de la mariposa que sostiene sobre su cabeza. Se trata de la creación del primer hombre. A la derecha, una crátera ática que representa un banquete.
Esta preciosa cabeza pertenece a la diosa Tique (Fortuna), quien en la época helenística tenía como misión proteger la ciudad, representada en su cabeza. La exposición también recoge a los excluidos de la vida pública, como las mujeres, ciudadanos de segunda categoría sin ningún protagonismo en la vida de la polis. Su reino era el doméstico: solo en el Olimpo las diosas eran equiparables en poder e influencia a los dioses. Termino con un plato ático con una escena femenina: una mujer mirándose en un espejo.
Tuve ocasión de ver la exposición en Madrid y disfruté mucho.
ResponderEliminarUna perfecta muestra de los orígenes de nuestra civilización, algo que no debiéramos olvidar, un antídoto ante la tiranía (aceptada) de los centros comerciales.
Saludos!
Bienvenido a Mi casa, José, y muchas gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo: es este un momento perfecto para recordar nuestros orígenes y mirar hacia Grecia con agradecimiento. Un abrazo
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