El francotirador es terrorífica, como todas las películas que hablan de la guerra. No se trata aquí de discernir sobre lo lícito o ilícito de la invasión norteamericana en Irak. La cinta gira alrededor de un hombre, un francotirador, que mató a 160 personas a distancia, convencido de que así protegía a los miembros de su escuadrón. Creía cumplir con su deber, salvaba vidas. Es cierto que Eastwood no profundiza en sus sentimientos, no ahonda en los traumas y contradicciones que su misión le tuvo que acarrear, pero sí nos ofrece pistas: Kyle de vuelta a su casa, sentado ante el televisor apagado, con la mirada perdida, escuchando como retumban en su mente los sonidos de la guerra; o el momento más dramático de la película, cuando tiene bajo el objetivo a un niño que recoge del suelo un lanza misiles mayor que él y parece que va a utilizarlo. La cara de Kyle es un poema.
Bradley Cooper y Sienna Miller hacen bien su trabajo. Si os gusta el cine bélico, os gustará. Os dejo con el trailer:
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