Dos días seguidos con concierto, y en este caso con dos orquestas espléndidas y dos programas de excepción, es un privilegio que disfruté hace unos días. Ayer os hablé de la Gustav Mahler Jogendorchester; hoy se trata de la Royal Philharmonic Orchestra, habitual en la temporada madrileña, esta vez dirigida por el violinista Pinchas Zukerman que interpretó magistralmente el Concierto para violín en re mayor de Beethoven, una de las piezas básicas del repertorio para violín, un concierto bellísimo cuyos agudos y pianísimos bordó. Después llegó una de mis sinfonías de cabecera, la 4ª de Brahms, y la dirigió con el mimo y la hondura imprescindibles. Una tarde inolvidable.
Os dejo con el Concierto de Beethoven:
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