Budapest cuenta con varios balnearios bellísimos (en unos días os mostraré Széchenyi, en el Parque Municipal), pero los Baños Géllert está considerado como la catedral de los balnearios europeos. Fue construido, aprovechando la calidad de sus aguas termales, en 1918, y ampliado en 1927. Posteriormente se edificaría el hotel del que hoy forma parte. La temperatura de sus ocho piscinas termales oscila entre los 26 y 38 º y su agua es rica en calcio, magnesio y carbonato de hidrógeno.
Allí nos dirigimos una mañana y os recomiendo la experiencia. Nunca había estado en un balneario. Sí fui asidua de un baño turco los veranos que pasé en Rabat, hace muchos años, y resulta una experiencia agradabilísima y vivificante. El lugar es realmente hermoso, cuidadísimo, y los días laborables no está atestado de gente. Personas mayores, gente joven. Una delicia.
Curiosísimo lugar y una entrada deliciosa. Gracias por descubrírmelo.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias a ti, Joaquín. Siempre es una alegría verte por Mi casa. Ven más a menudo, anda.... Un abrazo muy fuerte
EliminarPrecioso rincón para comerse un yogurt como en aquel anuncio de danone de hace unos años. Sana envidia, guapa. Feliz largo fin de semana que disfritais por ahi. Un besazo.
ResponderEliminarJajaja. Recordé el anuncio, pero te puedo asegurar que no encontré entre las aguas ninguno de los cuerpazos Danone. A mi lado, bajo y caño que soltaba agua a 38º, un anciano barrigudo adormilado. Qué decepción!!!! Un beso enorme y muy buen fin de semana
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