Jack

Os presento a Jack, el guacamayo de un amigo, un personaje que me trae loca y que me resulta entretenidísimo observar. No tenía idea de que un pájaro pudiera ser tan listo y tener tanta personalidad. El pobre tiene una historia triste. Llegó para sustituir a Max, un ejemplar precioso que desapareció misteriosamente cuando estaba bajo la custodia de su cuidador: dulce, cariñoso, tranquilo, con un plumaje espectacular. Nos daba besitos en las orejas y hacía las delicias de mi nieto. Hoy, en vista del carácter que se gasta Jack, tenemos la sospecha de que se tratara de una hembra.

Con el fin de paliar la orfandad de mi amigo ante la pérdida de Max, llego Jack, con la mala suerte de que, siendo poco más que un polluelo, se escapó de su jaula durante un viaje a un pueblo costero y lo encontró unos días después en la playa, acechado por una cuadrilla de agresivas gaviotas, aterrorizado. Desde entonces debe sufrir un trastorno de personalidad porque se autoinfringe castigos (allá donde el pico le alcanza no conserva una pluma sana: parece un tiñoso) y no se fía ni de su dueño. Al menor descuido, se lanza con las fauces abiertas. Pero habla por los codos y obedece cuando le pides que toque la campana que cuelga de la jaula. Te saluda con un "hola" en cuanto apareces e imita como nadie los ladridos del perro del vecino. Un personaje, ya os digo.