Amor bulle en mi pecho
y sin cesar voltea
mi corazón amante
y acá y allá le lleva;
mis miembros desenlaza
su poderosa diestra,
y en viéndome rendido
ya me desprecia y vuela;
tiene sus lindas alas
cual ave, mas es fiera,
y dulce y apacible,
y de indomable fuerza.
Atis, de tu abandono
al crudo Amor te queja,
que en los ojos me abrasa
de Andrómeda la bella.
Hace algún tiempo tuvimos noticia por los medios de comunicación de que un investigador inglés ha descubierto dos poemas desconocidos de Safo de Lesbos en manos de un coleccionista privado londinense, en los que la poeta griega ruego a Heros para que su hermano Caraxos vuelva sano a casa después de fanear en el mar, y llora su desconsuelo por un amor no correspondido. Siempre es buena cualquier excusa para abrirle a Safo las puertas de Mi casa. Y disfrutar de su hermoso retrato.
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