En el mes de febrero de este año Caixa Forum organizó una exposición extraordinaria sobre la última obra del fotógrafo brasileño Sebastiâo Salgado,
Génesis, de la que os hablé en su momento. Génesis fue su catarsis, después de la devastación emocional que supuso para él toda una vida dedicada a mostrar al primer mundo las condiciones infrahumanas en las que vive la mitad de la humanidad. Su cámara captó las hambrunas, los desastres de las guerras, la vida de los refugiados... y tanto dolor solo se atemperó cuando volvió a coger la cámara y retrato los prodigios de la naturaleza, lo incontaminado, lo que todavía no ha sido destruido por el hombre. Y nació
Génesis.
En esta ocasión es el fotógrafo el protagonista.
La sal de la tierra, dirigida por Wim Wenders y por Juliano Ribeiro Salgado, el propio hijo del artista, nos muestra a Salgado trabajando, nos cuenta su epopeya a través de sus propias imágenes a las que él pone voz. Un relato emocionante, terrible, conmovedor, lleno de dramatismo y de belleza, que pretende terminar como un canto de esperanza pero a mi me deja con el corazón encogido. En el Festival de Cannes concursó en la sección
Una cierta mirada y se llevó el Premio Especial.
Os dejo con el trailer:
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