Como se quedaron en el tintero, por mera cuestión de espacio, varias pinturas meritorias, o por la calidad de su factura o por su frescura e ingenio, no me resisto a completar la galería y os traigo algunos de las que más llamaron mi atención.
Los grafitis aportan al barrio un plus de vitalidad. Todo comenzó el año pasado, cuando los comerciantes, cansados de que las pintadas ensuciaran sus persianas y afearan el barrio, decidieron poner sus cierres a disposición de los artistas urbanos, para pasmo de la policía que se paseaba ante ellos viéndoles en acción y sin posibilidad de intervenir, porque las persianas son tan propiedad privada como los locales. Un centenar de comerciantes se sumaron a la iniciativa. Ya entonces le dediqué un comentario, pero hasta ahora no había tenido oportunidad de ver el resultado.
A mi entender, el barrio ha ganado en encanto. Si tenéis ocasión, merece la pena darse una vuelta por sus calles y disfrutar del colorido.
Una buena iniciativa, sin duda.
ResponderEliminarSol, espléndida reseña de estos artistas urbanos que logran áuténticas obras de arte que no sólo dignifican, sino que engrandecen los lugares donde pintan.
ResponderEliminar