En las fotos os muestro el antes y el después de la remodelación del espacio. La decoración es completamente kitsch, con elefantes dorados en las repisas, teléfono de baquelita, cuernas y espejos. Las dos habitaciones donde se desarrolla la representación son las que veis en las imágenes, espacios pequeños donde los espectadores, no más de 25, se sientan en las sillas o en un banco corrido, hombro contra hombro, en una superficie de no más de 12 metros cuadrados que te permite un contacto casi físico con los actores. A la derecha, la compañía.
La comunicación entre los actores y los espectadores es total, hasta el punto de que, en ocasiones, sientes que formas parte de la historia. Pero nada de esto sería suficiente si lo que se representara careciera de calidad. Nada más lejos. En general estamos ante grandes actores, completamente entregados a la historia. y esta es magnífica. Conmovedora, compleja, honda. Espléndido el trabajo de Raúl Tejón como Ivan, David González como Miguel, Sabrina Praga como Ana, y Germán Torres como Carlos Leyva. Una gran representación, que os aconsejo.
Interesante propuesta. Un beso.
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