Era de esperar que La noche más oscura no obtuviera el Óscar a la mejor película. ¿Os podéis imaginar a Michelle Obama anunciando que el trabajo más sobresaliente de la industria del cine en 2012 fuera una película que narra, con ambición documental, las atrocidades que los Estados Unidos cometieron tras el 11S para localizar y matar a Bin Laden, torturas y asalto a su casa incluidos?. Aunque bien se cuida el guión de dejar claro que las malas prácticas en los interrogatorios se suspendieron con la llegada de Obama a la Casa Blanca, no deja a la administración estadounidense en muy buen lugar. "Dadme nombres a los que matar", exige el jefe de los agentes de la CIA encargados de dar con el terrorista más buscado.
La película me pareció espléndida, trepidante. Se ve con el alma en vilo, inclinada hacia delante en la butaca, horrorizada ante lo que te muestra la pantalla y sin embargo completamente implicada en la historia. No sé si es la mejor película del año, pero me pareció bastante mejor que Argo, que no pasa de ser una entretenida película a la mayor gloria de Hollywood y el patrioterismo americano. Por no hablar de Amor, Django desencadenado, Las sesiones o La vida de Pi. No he visto El lado bueno de las cosas ni Lincoln (pretendo paliar lo primero; Lincoln no me apetece nada) así que, respecto a ellas, no tengo opinión.
Os dejo el trailer:
En este valle de lágrimas que se ha convertido nuestra querida España me alegro mucho de este alto el fuego que nos propones al hablar de los premios Óscar. No obstante, antes, con tu permiso, quisiera decir unas palabras para justificar lo del valle de lágrimas: me apena enormemente la pobreza, el descrédito y la vergüenza a la que se ha llegado. Me apena tener a un don Tancredo por presidente. Me apena ver a un Montoro, Arenas, Pons, Alonso o Floriano ver cómo mienten nada más abrir la boca. Me apena ver a una Cospedal en un monólogo de "la parte contratante" que no valdría ni para una función escolar. Me apena ver como un individuo que responde al apellido de Bárcenas (¿por qué se le dice "don" cuando debiera ser "el" como el Lute, el Dioni o tantos otros manguis?) tiene en jaque, casi mate, al Gobierno. Me apena contemplar a un don Juan Carlos como un rey pelele, mofa de toda la red, en manos de una Bárbara Rey de alto "standing" con brazos de tres kilos a quien no quiero ver como jefe del Estado sin dignidad y en una silla de ruedas sin poder tener por la cabeza igualito que su madre. Me apena ver a una doña Sofía humillada públicamente ante los ojos del mundo entero. Y me apena pensar cómo puede ser recibido el monarca en la final de su copa de futbol, el Día de las Fuerzas Armadas o el Día de la Hispanidad donde las broncas a Zapatero pudieran ser fruslerías comparadas con las que se pueden dar porque "Arrieritos somos..." o "cosas veredes Mío Cid..."
ResponderEliminarBien, pues ya en tu resumen de los Óscar creo que no te pierdes nada si sigues sin ver Lincoln, El lado bueno de las cosas o Django. Salí hecho polvo de Amour. Me gustó Argo por su dinamismo in crescendo y por su rodaje a base de planos cortísimos con la complejidad que imagino eso entraña para los cambios de cámara, iluminación, maquillaje, montaje, etc. Me gustó mucho Hitchok, con unos colosales, como siempre, Mirren y Hopkins en un excelente guión. Para mi la gran peli del año ha sido Los miserables por todas las razones, pero sobre todo por una maravillosa Anne Hathaway, de la que me confieso abducido, en su memorable plano secuencia de Dreamed a dream donde se destroza la melena en vivo y canta extraordinariamente bien (por cierto, he leido que Anne rodará en breve un nuevo My fair Lady; ahí es nada intentar superar a Audrey Hepburn). Perdón por extenderme tanto. Mil besos, corazona.