"Hoy te miro y te sueño
de piel acariciable y medias negras,
de puta primeriza y sexo ineducado,
de habitación pequeña y colcha sin embozo,
de agridulce sonrisa y noche triste.
a un mujer muy joven, esculpida
con la voz quebradiza junto a mesas ocultas
de perdidos cafés frente a innombrados parques
cercados por el ocre en la puerta de octubre,
te sueño de esa guisa y me estremezco
al oír tu pasado: la madera
del banco donde, a veces, nos hablaba
la soledad. La noticia del agua acariciando
puertos que te acogieron mientras leías
relatos de Cortázar o confusos informes
prescribiendo utopías y huelgas generales, la barraca
muriéndose en la tarde de un diciembre de hielo
mientras yo disparaba a inseguros muñecos
en un carrusel de invierno, justo al borde
de la ciudad que despertaba
de la más larga noche.
no te desdibujan ni te vencen.
Te han llenado de vida y de señales.
hablan de mí también, de nuestra historia
de perezas y dudas, de fiebres y de olvido,
de entregas algo fútiles
mas siempre generosas, casi ciegas
de juventud incandescente."
Manuel Rico acaba de publicar en Hiperión su nuevo poemario, Fugitiva ciudad, del que forma parte el poema que hoy traigo a Mi casa.
Muchas gracias por reproducir uno de los poemas más queridos del libro.Un abrazo y un beso.
ResponderEliminarManuel Rico
Muchas gracias a ti por tu hermoso poemario. Con tu permiso, traeré más a Mi casa. Un abrazo
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