El controvertido artista Santiago Sierra, el mismo que en 2010 rechazó el Premio Nacional de Artes Plásticas, se presenta en Madrid con dos proyectos nuevos, El trabajo es la dictadura en la galería IvoryPress, y Los encargados, junto a Jorge Galindo, en Helga de Alvear. He visitado la primera y me he encontrado una performance en la que 30 jóvenes parados reciben el sueldo mínimo por escribir en un cuaderno, una y otra vez, la frase "El trabajo es la dictadura". Se trata de rellenar mil cuadernos escolares que luego se pondrán a la venta como "libro de artista" a 24 euros.
Si el trabajo es para Sierra un castigo, no pudo encontrar una fórmula mejor para comunicarlo al público. Los jóvenes, sentados alrededor de una mesa, con una botella de agua al lado, parecen estar cumpliendo el castigo de un maestro de la antigua escuela, cuando nos hacía repetir cien veces la forma correcta de escribir una palabra en la que habíamos cometido una falta de ortografía. "El trabajo no es necesario. Y lo que estoy diciendo es eso: el trabajo siempre es explotación. Es necesario huir de los imaginarios que dignifican al trabajador sin cuestionarse la naturaleza misma del trabajo. Si a la moralidad burguesa le molesta lo que hago, pueden irse a la ópera, que aún quedan entradas. Allí no verán pobres", afirma en una entrevista concedida a Fietta Jarque en el suplemento cultural Babelia, del diario El País.
El trabajo de Sierra siempre se ha caracterizado por su carácter reivindicativo, la suya es una trayectoria artística dirigida a denunciar la situación de explotación de diferentes colectivos. En 2012 colocó a veteranos de las guerras de Afganistán, Colombia, Vietnam, Irak o Irlanda del Norte de cara a la pared. Dos años antes había contratado a una serie de trabajadores para que permanecieran encerrados en cajas de cartón. Desde luego, consigue llamar la atención.
Tienes razón, consigue llamar la atención, pero en estos momentos muchos españoles estarían deseando estar bajo la dictadura del trabajo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo