La imagen con la que encabezo este comentario lleva por título Autorretrato, y es obra del fotógrafo francés Antoine D'Agata. Me impresionó cuando la vi en el diario El País, es la viva imagen de la desolación y el desamparo. Cubierto de polvo blanco,los brazos caídos a lo largo del cuerpo, inerme ante el espectador; y el rostro: los labios parecen una herida, y los ojos dos agujeros negros. Brutal.
El reportaje del diario, titulado D'Agata, el fotógrafo del estupor, da cuenta de la exposición de su obra, Anticorps, en el centro de fotografía documental Le Bal, en París. Investigo y me encuentro con imágenes perturbadoras: seres dolientes, solitarios, escenas de sexo que inspiran una tristeza infinita. Parece como si D'Agata fotografiara su tormento.
"Las personas que fotografío son los anticuerpos de nuestra sociedad, que con sus estrategias de supervivencia dan la mayor muestra de dignidad", afirma el artista. "Siempre he visto el mundo como un espacio que compartimos a nivel político, social y, sobre todo, económico, en el que muchas personas son marginadas y expuestas a una violencia institucional, gélida, que anula su humanidad. Esas personas abandonadas a su suerte no tienen otra opción que reinventarse, generar una nueva identidad y existencia a través de su propia violencia. Solo les resta experimentar sensaciones, ya sea con el sexo, los excesos,los narcóticos o la delincuencia".
Pero al observar su obra siento que no es la marginación, el dolor ajeno el que transmite, sino el suyo propio. Un lamento desgarrador.
Tienes razón Sol, una obra tremenda que transmite tristeza pero tambien un cierto desarraigo de los personajes. Me parece interesante. Un beso.
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