Escribo el viernes tarde, el mismo día que El Roto publica esta viñeta en el diario El País, el mismo día en el que el periódico recoge la visita de los Principes de Asturias a su stand en ARCO, la Feria de Arte Contemporáneo que se inauguró hace unos días. Viene a cuento porque El País dedica su espacio en la Feria a Ferrán Adriá, el cocinero mayor del reino (lo digo sin retintín, o quizá con un poco solo: como os podéis figurar, nunca he disfrutado ni disfrutaré de las exquisiteces que surgen de sus manos), el "artista" de los fogones patrios. Los Príncipes dedicaron más tiempo a visitar su stand que a cualquier otro del recinto. Y me da un poco de risa. Yo siempre pensé que mi abuela hacía la tortilla en salsa con muchísimo arte, que una de mis hermanas es una artista tejiendo chaquetines para bebés, pero creo que con Adriá se están pasando unos cuantos pueblos, por muy bien que cocine. Que comparta espacio expositivo con Cristina Iglesias o Maruja Mayo en plan de compadreo artístico me parece demasiado. No sé qué pensaréis vosotros.
Por otra parte, la viñeta de El Roto me recordó un chiste que me contaron hace unos días:
- ¿Qué les dice un ingeniero español a dos ingenieros ingleses en un pub de Londres?
- ¿Qué les sirvo?
En fin. Este país.
En este pais somos muy dados a desenfocarlo todo, somos asi de pasionales. Feliz domingo. Besines.
ResponderEliminarTambién para vosotros. Un beso grande
EliminarBuenos día Sol. La postura de los Príncipes no es más que el paradigma de nuestra sociedad. Lo comento con muchos amigos y galeristas a colación de la feria de ferias: ARCO ¿Cómo se explica que se pague un dineral por ir a una feria de galerias de arte y el resto del año están las galerías vacías? Lo veo porque es lo que subo en mi blog. Es como los toros, nadie va a los toros y en San Isidro no hay billetes. Los llaman postureros, creo, y la muestra real es la real persona del Príncipe, van donde los sacan las cámaras. Al margen de eso, el arte existe.
ResponderEliminarUn abrazo y a seguir con tu blog.
El precio de la entrada en ARCO es un escándalo, una fórmula perfecta para propiciar el coleccionismo privado. Lo siento por los galeristas, verdaderos héroes, que no acierto a comprender cómo pueden sobrevivir. Pero este es el país que tenemos, Paco, el que parece ser nos merecemos. Un abrazo también para ti.
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