"Resumiendo la obra entera de Freud, nos dijo Paco de Lucía: "Uno es lo que es su infancia, ahí está la llave"...!Infancia de mi nombre, hijo paterno de mi adulto:alégrate¡ !Alégrate, que cuando seas mayor la música flamenca te lamerá en la cara el tizón de la pena¡ !Sonríe, chaval, que ya verás cuando tú toques la guitarra, y lleguen la belleza y el dolor y la rabia de la música de Paco de Lucía¡!Alégrate, hijo paterno de mi cabeza enterrada en mis canas, porque tendrás que abandonar en la cuneta a tu guitarra mesalina y ver y oír cómo ruge porque ya no le abres la puerta de los muslos¡!Alégrate con el desgarramiento de ver cómo le crecen muñones a tus manos... y alégrate con la felicidad de haber nacido en la Era del Flamenco! ¡Unta de esta pomada tu chirrido, da reposo a tu susto en el sillón miseronobiliario de esta profunda música del mundo! Lucía de Antonio y Antonio de Lucía: ¿notáis cómo un beso melómano cae de orgullo y en vilo sobre vuestra cabeza?... Fue entonces cuando mi colega Juan José Téllez Rubio alzó la mano desde el libro y dijo esta sentencia: "...Este chamán viene de antiguo. Paco viene de antiguo, llamaba a los bisontes en la tiniebla del Paleolítico, heredó un sitar que construyeron en Bagdad, oyó cantar a los belgas cuando los Tercios de Flandes, lloró cuando acompañaba el féretro de Mozart, se juntó con Enrique el mellizo, saludó a Chacón, se emborrachó con Torre, estuvo sentado al mismo piano de Lorca y de Falla, lo echaron del Cotton Club, fue negro con Bola de Nieve... !Relámpagos de vino y destellos de angustia...¡"
Vuelvo al texto que Félix Grande dedicó a su compadre Paco de Lucía, desolada por su muerte, imaginando el dolor de Félix si le hubiera sobrevivido. Félix, que amaba el flamenco apasionadamente, enamorado de la guitarra de Paco. Demasiada pérdida en tan pocos días.
Efectivamente, demasiadas pérdidas y demasiado profundas. Sin embargo, el horror de lo que se dice en esta entrada es que el hombre es lo que es su infancia. Casi mejor no ser.
ResponderEliminarUn abrazo
Paco, relucía...
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