Hace unos días fui a ver al Teatro Reina Victoria de Madrid un espectáculo de música y danza andalusí realmente precioso. Se trata de una compañía pequeña,
Luna de Oriente, fundada y dirigida por Lubna Shakti, que ha realizado un trabajo admirable investigando y profundizando en las raíces de las danzas orientales. En esta ocasión se centra en la música y la danza andalusí, que tan profundas raíces tiene en Andalucía. Una música hermosísima, dulce y poética, exquisita, interpretada en directo por un grupo de excelentes músicos y seis bailarinas. Aunque en esta ocasión no se representaba el espectáculo completo, el teatro estaba lleno hasta la bandera.
La música, la belleza de la danza, lo cierto es que se creó una atmósfera mágica en el teatro, algo dulce y sensual, una corriente entre artistas y espectadores que se tradujo en entusiastas aplausos al finalizar la representación. Es esperanzador comprobar como el arte andalusí, el que nos hermana con el norte de África, se conserva tan a flor de piel en nuestra memoria sensitiva y cultural. Somos mezcla, y ahí está nuestra mayor potencia.
Os ofrezco unos minutos de "Moresca":
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