
El mundo a través de sus ojos. La fascinación de los objetos corrientes, de los instantes cotidianos. Maier no busca la belleza, sino la magia de lo insignificante que respira en este instante y se evapora. Su manera de entrar en contacto con los demás. Ella fue una mujer solitaria, una sombra casi invisible tras su reflejo. Me encantan las fotografías en las que descubres su figura detrás de la cámara reflejada en un escaparate, en un charco, en una bandeja de plata.

No conozco Chicago, pero adoro Nueva York, y me fascinan las imágenes de sus calles y tiendas de los años 50 y 60, los gestos adustos de las señoras de la alta sociedad sorprendidas por la impertinencia de la fotógrafa, mientras que en los barrios más pobres los modelos se muestran ante la cámara con mayor desenvoltura. No sabéis cuánto envidio su mirada, su juicio certero, su falta de prejuicios, su maestría al captar la anécdota y el detalle más expresivo.

En la exposición se muestra también su obra en color y algunas películas que me interesaron menos. Pero si tenéis ocasión, no os la perdáis.
En lo simple suele encontrarse la belleza. Quien capta un instante del día, algo insignificante a los ojos de la mayoría tiene la magia del talento. El mundo, sí, tal como se muestra a los ojos y que no todos ven, sin retoques, sin
ResponderEliminartécnicas complejas, particularmente a mi, es lo que me conmueve. El ojo que es mirada que atrapa para siempre un instante de la vida.
Bello, Sol.
Celia