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martes, 31 de agosto de 2010

Palacio de Juan II. Madrigal de las Altas Torres.

El Palacio de Juan II en Madrigal de las Altas Torres, provincia de Ávila, donde nació la reina Isabel de Castilla, más parece la casa de un hidalgo castellano que la residencia de un rey. Su construcción data del siglo XV. Entrando en la villa por la puerta llamada de Peñaranda se accede a una hermosa plaza de armas con una cruz de piedra, a modo de humilladero, en un lateral. A la izquierda vemos la fachada del hospital de la Purísima Concepción, del que ya os he hablado, y a la derecha el palacio del Rey.


La esposa de Alfonso XI, doña María de Portugal, dejó en testamento este palacio a su hijo Pedro I el Cruel, que vivió en él a menudo. Posteriormente Juan II lo recibió en herencia de su madre, doña Catalina Lancaster, esposa de Enrique III. Juan lo usará como palacio de descanso, pasando aquí grandes temporadas y cambiando la fisonomía de la villa ya que la corte, siguiendo a su rey, construiría en los alrededores sus villas y casas solariegas. Aún quedan vstigios de casas nobles con sus escudos, patios y plazas.













Juan II amplia el palacio y manda construir el claustro, alrededor del cual se instala la familia real y la corte. Por dos veces celebró las Cortes del Reino en Madrigal, y aquí se casó en segundas nupcias, tras enviudar de su primera esposa María de Aragón, con doña Isabel de Portugal, con la que tendría a Isabel de Castilla el 22 de abril de 1451. Aquí vivió la reina su infancia, lejos de la movible corte de su hermano Enrique IV. Una vez heredado el trono, y casada con Fernando de Aragón, Madrigal volvió a ser sede de Cortes Generales y luego fue perdiendo paulatinamente su primacía.


















Hoy este precioso palacio es el Monasterio de Santa María de Gracia, regentado por madres agustinas. Tras llamar al timbre de la entrada nos abre el gran portón una novicia sudamericana que nos acompaña, atravesando el claustro, hasta la Sala de Cortes donde nos espera otra hermana muy anciana que será nuestra guía en el recorrido. Parece que funciona con pilas. Se ha aprendido de memoria el texto que debe soltarnos y lo hace sin pausas, con chascarrillos incluidos. Unos ojillos vivaces vigilan todos nuestros movimientos, enterrados en un rostro donde no cabe una arruga más. Mientras nos instruye intercala frases admonitorias: un niño no debe acercarse tanto a un mueble, yo no debo hacer fotos bajo ningún concepto ni tocar la pared (los ojos no están en los dedos, me advierte). Cuando saco el cuaderno y me dispongo a tomar notas cae en el desespero. Desde entonces no me pierde de vista ni me permite dos minutos más cerca de un cuadro o una talla que me resulta especialmente interesante. Con la Iglesia hemos topado.

Pero ya he robado alguna, entre ellas esta placa que se encuentra en el claustro y que reproduce una carta que Fray Luis de León, encarcelado en Salamanca por la Inquisición acusado de traducir la Biblia a la lengua vulgar sin licencia eclesiástica, envía a una monja de este convento, en el que le solicita envié unos polvos con los que combatir el mal de la melancolía. Cuando Fray Luis consigue reiniciar sus clases en Salamanca lo hace con la frase Como decíamos ayer, remedado mucho después por Miguel de Unamuno tras ser separado temporalmente de la docencia por motivos políticos.
















Desde el claustro se accede a la Sala de Cortes, donde se reunieron las Cortes de Castilla y León en 1438. Corresponde a la imagen superior izquierda. El artesonado mudejar que cubre el techo resulta espectacular. Alrededor de la sala, un banco de madera corrido donde tomaban asiento los nobles. El aspecto de la estancia es de gran austeridad. A la derecha, el Salón de Embajadores también con artesonado en el techo que semeja la quilla invertida de un barco. Las monjas lo convirtieron en refectorio, aprovechando el banco corrido y utilizando para comer unas bastas mesas de pino que aún se conservan.














A las estancias de los reyes se accede por una escalera de granito con un magnífico artesonado en el techo.

Son cuatro las salas que constituían las habitaciones reales, todas ellas de gran austeridad. Algunos muebles maravillosos: un barqueño con incrustaciones de marfil, arquetas, mesas castellanas, un espejo florentino del XVI decorado con piedras preciosas.





















El dormitorio real es una habitación diminuta, algo más de seis metros cuadrados, donde solo cabía una cama y unas mesitas. Una pequeña puerta de madera pintada daba acceso a la zona de la servidumbre. Aquí dio a luz Doña Isabel de Portugal a su hija Isabel.

Ver: Madrigal de las Altas Torres, cuna de Isabel la Católica

lunes, 30 de agosto de 2010

Madrigal de las Altas Torres, cuna de Isabel de Castilla

Madrigal de las Altas Torres, según Dámado Alonso el patronímico más bonito de toda la geografía española. Quizá sea mucho decir: España, y fundamentalmente Castilla y Andalucía, son ricas en nombres de pueblos de maravillosa sonoridad. Algunos fueron bautizados por los árabes, como La Puebla de Almoradiel, Almonacid de Toledo, Alcaudete de la Jara o Zahara de los Atunes. Santibáñez de Sgueva, Villanueva de los Infantes, Carrión de los Condes, Toral de los Guzmanes, Moreruela de los Infanzones, Foramontanos de Tábara, nombres evocadores de otros tiempos y otras gestas, igualmente hermosos.


Muy cerca de Arévalo, en Ávila, y no lejos de Tordesillas, ya en la provincia de Valladolid, se encuentra Madrigal de las Altas Torres. Estamos en plena Castilla la Vieja, tierra amarilla, áspera, reseca, tierra de cielos altísimos. La belleza de Castilla me conmueve, como lo hace el desierto. La desnudez de las líneas puras, los matices del monocromatismo poseen para mi igual o mayor belleza que la exuberancia de formas, luces y colores. Aquí, el 22 de abril de 1451 nacía Isabel la Católica.

La muralla es de estilo mudéjar, levantada con ladrillo y mampostería. Es de forma ovalada e irregular y dentro se encontraban el caserío y las huertas. Tiene cuatro puertas: la de Medina, Arévalo, Peñaranda y Cantalapiedra y el portón de Mamblas.











El Real Hospital de la Purísima Concepción fue fundado en 1443 por la primera esposa de Juan II de Castilla, doña María de Aragón. Estuvo funcionando como tal hasta 1934. Cuenta con una preciosa capilla con un retablo barroco y una imagen del Cristo de las Injurias. Su claustro renacentista y su escalera, perfectamente conservados, son una joya.




























El Arco de Piedra es la fachada de la casa del médico de la reina Isabel la Católica y sus hijos, un hermoso ejemplo del plateresco abulense, labrado en granito, con profusión de adornos y motivos vegetales. El aspecto que presenta en la actualidad es deprimente, con la calle levantada ante él y un cartel de "Se vende", como se observa en la fotografía.















Dominando el pueblo se encuentra la iglesia de Santa María del Castillo, obra del siglo XIII, que cuenta con un bellísimo ábside mudejar, y muy cerca de ella San Nicolás de Bari, con otro espectacular ábside del mismo estilo y una esbelta torre que domina el paisaje.
































Y el Palacio de Juan II, hoy Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, de las monjas agustinas, donde aún se conservan varias estancias reales y las habitaciones privadas de los reyes, donde nació la reina Isabel de Castilla. Pero este palacio bien merece un post a parte.

Soyinka: "Creo en las rocas y en los mares, pero no en los países"

La palabra "patriotismo", en mi opinión, tiene muchas connotaciones. A veces se utiliza de forma oportunista, como una excusa para imponer una definición muy cuadriculada de la humanidad y de uno mismo....Pero le tengo aprecio a la humanidad con la que crecí, la humanidad con la que me identifico, la que forjó mi personalidad. Le tengo aprecio a los mares, a las rocas... Pero esa cosa que se llama "país"...

Reproduzco parte de la entrevista que Vicente Verdú realizó al escritor nigeriano y Premio Nobel de Literatura Wole Soyinka, que publicó el diario El País el domingo 29 de Agosto. Soyinka no sólo es un excelente escritor, es ante todo un intelectual comprometido, un activista político, luchador a favor de los derechos humanos y enemigo acérrimo de los abusos y las injusticias cometidos por el poder en su país. Ello le costó la cárcel y el exilio. Sin embargo sus palabras están llenas de luz y esperanza. Y sus juicios, de lucidez.





El sentido común es el menos común de los sentidos

domingo, 29 de agosto de 2010

Wilfredo Lam, maestro del surrealismo cubano




Este magnífico cuadro que encabeza el post lleva por título The jungle y fue pintado en 1943 por el artista cubano Wilfredo Lam. Una obra fascinante. Una síntesis de influencias y culturas para lograr un lenguaje pictórico de gran expresividad. Sincretismo y exuberancia. Un cóctel explosivo de surrealismo y cubismo, Picasso, Matisse, arte africano, espíritu caribeño.


Nació en Sagua la Grande, Cuba. Su padre fue un inmigrante chino y su madre era de origen africano, indio y europeo. Su abuela, una sacerdotiza de la religión sincrética afrocubana de la santería, le enseñó sobre la cultura africana. En 1916 Lam se mudó a La Habana, en donde estudió en la Academia de San Alejandro entre 1918 y 1922. Continua sus estudios en Madrid. donde vive entre 1923 y 1938 con el pintor académico Fernández Alvarez de Sotomayor y en la Academia Libre.













Durante la Guerra Civil española luchó en el bando republicano y, en 1938 viajó a París con una carta de recomendación para Pablo Picasso, que le introdujo en el mundo artístico de las vanguardias. Matisse, Léger, Miró, Breton. Estudia arte africano con Michel Leiris.

Pasó la mayor parte de la Guerra Mundial en el Caribe, junto a Lévi-Strauss, André Breton y André Masson. Más tarde se instalaría definitivamente en París aunque continuó viajando toda su vida.


Su obra fue madurando hacia un estilo más esquemático en tonos casi monocromos, en constante búsqueda de un lenguaje propio de su tierra. En la década de 1970 comenzó a realizar esculturas en bronce. También destacó en otras formas artísticas como la cerámica, el grabado y el muralismo. En este último campo destaca la obra realizada para el palacio presidencial de La Habana titulada Tercer mundo (1966). En 1976 ilustró el libro El último viaje del buque fantasma del escritor colombiano Gabriel García Márquez.

Lam es el mayor exponente de la pintura surrealista cubana, y sin duda uno de sus más grandes maestros.

sábado, 28 de agosto de 2010

Natalie & Nat King Cole. Unforgettable

Lello&Irmao, la librería más bella del mundo está en Oporto



En la Rua das Carmelitas 144 de Oporto está la librería más bella del mundo: Lello & Irmao. El edificio es una joya del modernismo, construído por Francisco Xavier Esteves en 1906, con algunos detalles decorativos más acordes con el neogótico. Por dentro es una joya. Está decorada con yeso pintado simulando madera y una preciosa vidriera en el techo con el lema de la librería: Decus in Labore.












Pero lo más llamativo es su fantástica escalera de madera en el centro de la planta, abierta en dos en el primer rellano.















Es tan singular que merece la pena visitarla aunque no se tengan intenciones de adquirir un libro. Aquí se rodaron algunas escenas de las películas de Harry Potter, y no es de extrañar. Tiene un aire gótico, misterioso y romántico.

Y como librería tiene un fondo editorial interesante. Recuerdo que cuando la visité, en el año 1996, contaba con una amplia sección de obras en castellano. No recuerdo qué libro adquirí, pero sí que me había quedado sin lectura y allí encontré algo que llevarme a la boca.

viernes, 27 de agosto de 2010

El collar de la paloma. Ibn Hazm de Córdoba


Te amo con un amor inalterable
mientras tantos amores humanos no son más que espejismos.
Te consagro un amor puro y sin mácula:
en mis entrañas está visiblemente grabado y escrito tu cariño.
Si en mi espíritu hubiese otra cosa que tú,
la arrancaría y desgarraría con mis propias manos.
No quiero de ti otra cosa que amor;
fuera de él no te pido nada.
Si lo consigo, la Tierra entera y la Humanidad
serán para mí como motas de polvo y los habitantes del país, insectos.
.........................
Mi amor por tí, que es eterno por su propia esencia
ha llegado a su apogeo, y no puede menguar ni crecer.
No tiene más causa ni motivo que la voluntad de amar.
¡Dios me libre de que nadie le conozca otro!
Cuando vemos que una cosa tiene su causa en sí misma,
goza de una existencia que no se extingue jamás;
pero si la tiene en algo distinto,
cesará cuando cese la causa de que depende.
..........................
Yo no paro de maravillarme de todo aquel que pretende haberse enamorado por una sola mirada, ni atino a darle crédito, ni tengo su amor sino como una especie de apetito carnal.No puedo concebir, en mi opinión, que tal amor llegue a lo más secreto del alma ni penetre las entretelas del corazón. Jamás amor alguno prendió en mis entrañas, sino tras de mucho tiempo, luego de haber convivido largamente con una persona y de haber compartido con ella chanzas y veras. Y otro tanto me ocurre con el olvido y el deseo: jamás he podido olvidar ningún afecto, y la nostalgia que siento por cualquier antiguo pacto de amor me ahoga cuando bebo y me atraganta cuando como. ¡Bien tranquilos están los que no son así!.


El Collar de la paloma, escrito por Ibn Hazm de Córdoba en la ciudad de Játiva en 1022, hace casi mil años, es un tratado sobre el amor y los amantes, "el libro más ilustre sobre el tema del amor en la civilización musulmana", en palabras de José Ortega y Gasset. En la obra se suceden los poemas y las reflexiones sobre el amor. Su lenguaje es elegante y refinado, sus comentarios agudos e inteligentes. "Una auténtica joya literaria" para su traductor, el gran arabista Emilio García-Gómez.

El autor, preso por entonces en Játiva por sus actividades políticas, nos habla del amor en base a sus propias experiencias y las de las personas con las que convive, y así nos ofrece un retrato de cómo amaban en el Al Andalus del s. XI, durante el gobierno de la dinastía omeya.

Ibn Hazm ha sido comparado con Averroes y Maimónides. Fue un autor prolífico, escribió sobre teología, derecho e historia, páginas de gran interés para rastrear la época turbulenta que le tocó vivir. Pero se le recordará por este hermosísimo libro.

Ornella Vanoni, Vinicius de Moraes & Toquinho. Semaforo rosso



Otra pequeña joya de este trío.

jueves, 26 de agosto de 2010

El camino de la Reina. Asturias

Uno de los mayores placeres que depara el verano a los niños -y no tan niños- asturianos es la aventura de ir a robar manzanas. Digo manzanas por no decir piescos, peras, mirabolanos, higos o cualquier otro fruto que madura en este tiempo y que cuelga provocador de árboles propios y ajenos. Claro que, para robarlos, es imprescindible que sean ajenos. Abrir una portilla, si es posible; si no se presta a ello, saltarla, o salvar un murete de piedra. Otear si hay perros sueltos, una casa en las proximidades, un paisano de vuelta con las vacas a la cuadra. Atravesar el "prao" a todo correr y llenarse los bolsillos de fruta, o una zamarra, si uno ha sido previsor y salir pitando.

Algunos adultos no podemos sustraernos a la tentación y, cuando vemos un árbol cuyas ramas se doblan por el peso de la fruta, no podemos evitar ir a tratar de la aliviarlas. Una obra de misericordia, en realidad.



















El Camín de la Reina es una ruta que va desde Soto de Dueñas hasta Villanueva, en la zona Oriental de Asturias, sobre una antigua calzada romana, y que la reina Isabel II utilizó para llegar hasta la Gruta de la Virgen de Covadonga. Caminando por lo que hoy es poco más que una caleya bordeada de moreras, robles y castaños se abre a mi derecha un prado que cae suavemente por la ladera de la loma, plantado de manzanos, ciruelos y castaños. Al fondo, el río Sella brilla con la luz del atardecer.


A lo lejos se escuchan los cencerros de las vacas, suaves ladridos, el motor de algún coche muy atenuado por la distancia. Silencio. El sol se esconde y se asoma. El verano arranca de la tierra otros olores, densos, dulces.


El suelo, bajo el manzano, está repleto de fruta picoteada por los pájaros, ya medio podrida. Eso me tranquiliza: el dueño no parece tener gran interés en la recolección. Lleno el bolso de manzanas. Introduzco la cara y aspiro: su olor. Las ciruelas aún están verdes, y hasta el invierno no estarán listas las castañas.













Campos de maiz; hortensias blancas, rosadas, azules, moradas, fucsia en los jardines, en las tapias, por la carretera. Deshago despacio el camino. Recojo un puñado de moras negras de los bardiales. Me digo que he de volver a recolectar para hacer mermelada. Vivir cerca de la tierra.