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martes, 13 de noviembre de 2012

Tarde de otoño en el Jardín Botánico


Pocas cosas me resultan tan placenteras como pasear por este jardín, observar como el paso de las estaciones lo viste de diferentes colores, como cambia su fisonomía mes a mes. Siempre que puedo me escapo hasta aquí. Sentada en un banco veo pasar el tiempo, con el sol calentando mi espalda, y me aíslo del mundo.












Aquí me dirigía una de estas tardes cuando me detuvo un hombre de mediana edad, con buena pinta y una radiante sonrisa de dientes postizos. Había colocado sobre la acera un paño  con montón de libros sobre los que llamó mi atención. Se trataba de una edición de sus poemas que pretendía venderme por 1 euro. Pasé de largo, pero volví sobre mis pasos. Charlamos un rato, y me llevé el poemario. Polvo celestial, es su título. El autor, Miguel Angel Esperón Alonso.












Poetas vendiendo, casi regalando sus poemas en tenderetes callejeros. Los leí ya en el jardín, poemas amorosos, un trabajo digno. Me gustaría poder ofreceros algún verso, pero tiene reservados los derechos y he de ser respetuosa. A mi alrededor, pequeñas hojas doradas como mariposas moribundas revolotean hasta posarse en el suelo. Camina hacia mí un hombre mayor, tocado con una gorra visera, de aspecto ensimismado. Se agacha, recoge del suelo una castaña de piel brillante que se lleva a los labios y luego guarda en el bolsillo de su cazadora. No distingo si la ha besado o si solo quería sentir en la boca su superficie satinada. Al cabo de un rato retomo mi paseo. El fruto del ricino, de un rojo radiante. Un gato dormitando. Los reflejos del vapor de agua sobre la piedra. Una delicia de tarde.


2 comentarios:

  1. Sol,una entrada entrañable, por los personajes y por el lugar que tan buenos recuerdos me trae. Las fotos, preciosas, especialmente la del agua pulverizada, pero si te apetece haz una cosa, hay un programa gratuito de google que se llama Picassa, es sencillisimo de manejar. Una vez lo utilices, no podras pasar sin el. Veras como en nada tus fotos se transformaran en colores y luz. Besos.

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  2. Allá voy, ya te contaré. Muchos besos

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