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lunes, 15 de noviembre de 2010

José Manuel Ballester, Premio Nacional de Fotografía 2010


A lo largo de la historia han sido muchos los artistas que han utilizado a los clásicos, no sólo como motivo de inspiración, sino en muchas ocasiones como excusa o soporte de su obra. Comenzando por Duchamps, cuando pintó a la Mona Lisa bigote y perilla, escandalizando al mundo del arte.


Este año el Ministerio de Cultura ha otorgado el Premio Nacional de Fotografía a José Manuel Ballesteros, un artista de larga trayectoria cuyo último trabajo, bajo el epígrafe Espacios ocultos, se basa en desnudar de presencia humana algunos de los cuadros "fetiche" de la historia de la pintura. El Jardín de las delicias de El Bosco, Historias de Nastagio degli Onesti, de Bottichelli, La Anunciación de Fra Angelico, El arte de la pintura de Vermeer o Paisaje con el embarque en Ostia de Santa Paola Romana, un cuadro pintado entre 1639 y 1640 por Claudio de Lorena. Sobre estas líneas, El Jardín de las delicias se convierte, de la mano de Ballester, en El jardín deshabitado y la pintura de Bottichelli en Bosque italiano.













"No es un atrevimiento", asegura el artista en una entrevista concedida al diario El País."Es una necesidad de hacer las cosas. No tiene sentido intentar superar a Velázquez, El Bosco o Zurbarán. Tampoco quiero renunciar al patrimonio artístico que forma parte de mi cultura. Por eso, con el máximo respeto, creé la serie Espacios ocultos, en la que muestro mi mirada sobre el mundo clásico; una serie que, de momento, no tiene fin".


Sobre estas líneas, el Puerto de Ostia de Claudio Lorena junto al de Ballester. Sin distracciones, la belleza de las construcciones y del paisaje se enseñorea del cuadro.















No nos damos cuenta hasta que punto esas dos figuras llenaban el espacio en el cuadro de Chirico hasta que Ballester no lo despoja de ellas. Los espacios, desnudos, resultan inquietantes.
















Lugar para una Anunciación
, titula el fotógrafo esta obra de la que han huído todos los personajes de Fra Angelico.
















Me gusta mucho este maravilloso Vermeer deshabitado, poder observar mejor los objetos sobre la mesa, el tapiz, la luz sobre las baldosas. Al contrario que las demás fotografías, esta no me produce sensación de desolación, al contrario; parece como si las personas hubieran salido de la estancia hace un instante, o estuvieran a punto de entrar, y allí han dejado sus cosas, parte de su intimidad, esos objetos que los retratan.












Pintura. Arquitectura. La mirada del artista no puede pasar por alto estos espacios. Un fantástico trabajo. No en vano, en el acta que acompaña al premio se habla de "su singular interpretación del espacio arquitectónico y la luz, y por su aportación destacada a la renovación de las técnicas fotográficas".


Acaba de terminar su versión de La última cena, de Leonardo da Vinci (qué sensación producirá esa habitación, esa mesa, sin Jesús y los Apóstoles?) y trabaja en el Guernica, de Picasso. "El resultado de La última cena recuerda más a un bodegón de Zurbarán que a un cuadro de Leonardo". Habrá que estar atentos.

3 comentarios:

  1. Echa un vistazo a esto y observa título de la serie y fechas de realización:

    http://picasaweb.google.com/rimojardin/PinturasEspaciosDeLaAusencia19972000#

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  2. Aconsejo visitar el sitio indicado por Ricardo Mojardín, espléndido pintor asturiano, y comprobar su magnífico trabajo "vaciando" de presencia humana obras clásicas de la historia de la pintura.Gracias Ricardo por tu comentario y por ofrecernos esta oportunidad. Un abrazo

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  3. Alicia Marsillach5 de enero de 2012, 22:58

    Es impresionante. Me ha dejado fascinada.

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