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lunes, 29 de diciembre de 2014

Mi casa sosegada

Escucho a Nina Simone después de comer, mientras tomo un café y ojeo el comic que le he comprado a mi nieto por Reyes hace un rato en Fnac. Muchísima gente en la Puerta del Sol, en la calle Preciados, en la sección de libros de la tienda, en la de discos, una infinidad de gente que no conozco, me siento insignificante ("Mire la calle ¿Cómo puede usted ser indiferente a ese gran río
de huesos, a ese gran río de sueños, a ese gran río de sangre, a ese gran río?" Nicolás Guillén dixit) Observo mi casa, mis cosas (tantos objetos que no necesito, pequeñeces que he ido atesorando a lo largo de mi vida y que un día me sobrevivirán impávidos, sin saber que he muerto ("¡Cuántas cosas, láminas, umbrales, atlas, copas, clavos, nos sirven como tácitos esclavos, ciegas y extrañamente sigilosas! Durarán más allá de nuestro olvido; no sabrán nunca que nos hemos ido". Ahora es Borges quien habla). Mis libros. La foto de mi padre, con los ojos entrecerrados y un cigarro colgándole en la comisura de los labios, guapo como un actor italiano. Mi madre y su dulzura. Las fotos de mi hija, tan yo misma. Todo el amor que me rodea. 
Mi casa sosegada.

6 comentarios:

  1. He empezado a destruir, a quemar, a regalar, a malbaratar, a rasgar, a enterrar..., cosas que han informado hasta hace pocos meses mi vida y para las que nunca antes había aventurado un fin tan truculento. Truculento, sí , quizá teatral, afectado, dramático tal vez. Porque se van al sumidero cosas que sé que son valiosas, que fueron creadas con gran intensidad de la mente, con un esfuerzo inaudito de la voluntad, con una ilusión enardecida... y, ya se ve: ahora las destruyo.
    A muchos preocupa que no quede ni rastro de su paso por el mundo; a mi me consuela que, en pocos lustros, nadie va a recordar que yo haya sido. Pues me conforta la idea de regresar al polvo, al átomo estelar, a las galaxias.

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    1. Admiro tu decisión: quizá los objetos que dejamos, por su carga afectiva, sean un lastre para nuestros deudos. Sin embargo yo atesoro los objetos que he heredado de mis muertos, debo ser un poco fetichista.Un beso, querido Werther

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  2. Hola Sol Pau.

    Que el año nuevo te depare más pequeños momentos, que tus momentos sean los nuestros y que nada nos sea indiferente.

    Gracias.

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    1. Brindo por eso, Juan. Y lanzo mi deseo: que amigos como tú encuentren siempre en Mi casa un lugar cálido en el que compartir. Y nunca, nada nos sea indiferente. Un abrazo fortísimo, y muy Feliz Año, amigo.

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  3. Bellísimo. Que el 2015 te depare bienestar y mucha música y un Sol sostenido

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    1. Muchísimas gracias Carlos, y a amigos como tú cerca. Yo también te deseo lo mejor para este 2015, y para siempre. Un abrazo muy fuerte

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