Tenía preparada la entrada que acompaña a esta para el próximo día dos. La preparé hace unos días, releyendo textos de Félix, disfrutándolo, gozando de esa facultad suya para ahondar en la vida y convertir cuanto tocaba en verdad y belleza. Esta mañana me escribió un wasap un amigo con la noticia de su muerte. A lo largo del día he recibido el pésame de varios, como si Félix fuera alguien de mi familia: mi padre, mi hermano, mi amigo, mi amante. Y no ha sido nada de eso, solo alguien que conocí y traté durante un tiempo, alguien que, junto con su mujer (cuánto he recordado hoy a Paca Aguirre) me abrió las puertas de su casa. Disfruté de su hospitalidad, de su afecto, de su conversación, de las tortillas de patata (buenísimas) de Paca. De aquella casa llena de cuadros y libros, de inteligencia, bondad y amor. Pero han sido pésames certeros porque me siento de luto, porque siento que he perdido algo que ha dejado un hueco doloroso en mi corazón. Mi relación con la literatura de Félix, tanto con la prosa como con la poesía, ha sido una relación de amor. Desde Las Rubaiyatas hasta La balada del abuelo Palancas; desde Blanco Spirituals a Libro de familia. Pocos escritores me han conmovido tan profundamente.
Félix amaba la música. Mozart, Stravinsky, Bach, Shostakóvich... Parece ser que sus últimas palabras fueron: "Me voy despacito con la música".
Estoy desolada.
!!! Bienvenido ¡¡¡
Gracias por entrar. Antes de irte, echa un vistazo y comparte con nosotros. Nos interesa conocer todo lo que quieras compartir. ¿Has hecho algún descubrimiento deslumbrante? ¿Una película, un poema, un cuadro, un disco? ¿Una ciudad, un paisaje? Ábrenos una ventana y nos asomaremos.
Páginas
viernes, 31 de enero de 2014
"Otra figura del insomnio", de Félix Grande
"Mi vida más frenética, más enigmática y reunida, sucede hoy en estas horas lentas y altivas como el mar, tan silenciosas como un hilo negro, a las que llamo con el nombre pobre de insomnio. Maniaco, ayudado de pastillas y médicos, de torpes consejos y de un turbio rencor estéril, he combatido durante años al frenesí parsimonioso de este velar, sin querer ver que en él mi soledad se iba transfigurando en una especie de macabra fortuna. Pues estas madrugadas, casi estalladas de silencio y verdad, a cambio de unas migajas de salud me dan mucho: traen nombres y fantasmas de nombres; me aproximan al pezón en donde bebo el raro caldo de la necesidad de amar, y me sacio; me traen mi miedo, del ronzal, que llega casi pensativo, como un cabeceante caballo del invierno; me traen el vértigo del tiempo, inusitado, sin un solo apellido; me traen un sobresalto de distancia, picoteada de galaxias y de interrogaciones; me traen, oh diosmío, trigo sin pan, peines rotos, botones caídos, deseos sísmicos y turbulenta pesadumbre; me traen el rostro de toda mi memoria, abarrotada como un mapa e injuriada por las premoniciones. Me traen mi inapelable y escocido abrazo con el universo.
Miro entonces mis pies y mis rodillas, mi sexo y mis cartílagos, miro de arriba abajo esta fraterna máquina de morir. Y recuerdo los lechos en los que celebré conmovida y furiosamente al mundo, las palabras de amor o gratitud que dije o escuché como barricadas solemnes contra el ejército de la disolución, y recuerdo cuerpos y años, y veo que todo ha sido espléndido como una amistad, inservible como una máscara. Pues ¿qué buscaba, qué podía conservar, qué merecía?"
Vuelvo una y otra vez a los textos de Félix Grande, en ocasiones hojeando un poemario al azar, otras veces escudriñando su prosa, y siempre encuentro algún tesoro escondido.
Miro entonces mis pies y mis rodillas, mi sexo y mis cartílagos, miro de arriba abajo esta fraterna máquina de morir. Y recuerdo los lechos en los que celebré conmovida y furiosamente al mundo, las palabras de amor o gratitud que dije o escuché como barricadas solemnes contra el ejército de la disolución, y recuerdo cuerpos y años, y veo que todo ha sido espléndido como una amistad, inservible como una máscara. Pues ¿qué buscaba, qué podía conservar, qué merecía?"
Vuelvo una y otra vez a los textos de Félix Grande, en ocasiones hojeando un poemario al azar, otras veces escudriñando su prosa, y siempre encuentro algún tesoro escondido.
jueves, 30 de enero de 2014
"Bill Viola, En Diálogo" en la Academia de Bellas Artes
Después de ver el maravilloso espectáculo que Bill Viola ha montado en el Teatro Real con motivo de la representación de Tristán e Isolda, aprovecho la primera oportunidad que se me presenta para visitar la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde ha colocado cuatro instalaciones En diálogo con los Zurbarán, Cano, Ribera o Goya que cuelgan de sus paredes.

El videoartista más admirado, fascinado por el barroco español (bromeó con los periodistas afirmando que se iba a construir una casita en un rincón del museo), confronta sus obras con vírgenes y santos, y comprobamos que comparten más de lo que se podría presuponer. Abro con Dolorosa, una obra del año 2000, metáfora del dolor universal. A cámara lenta, en alta definición, aparecen en un díptico un hombre y una mujer desolados, franqueados por el Agnus Dei de Zurbarán y Dolorosa de Pedro de Mena. La cámara lenta hace aún más angustioso su dolor, que parece eternizarse sin principio ni fin.

Algo más allá, Montaña silenciosa, del 2001, "es un estudio de la aparición y efecto posterior de un desbordamiento emocional explosivo cuando recorre el cuerpo humano. Es un testimonio visual de la capacidad humana de resistir la autodestrucción y esforzarse por una renovación". Muestra a un hombre y una mujer sujetos a una enorme presión emocional, desesperándose el uno junto al otro, en paralelo, aislados, en silencio. En otra sala, entre San Jerónimo penitente, de José de Ribera, y Cristo recogiendo sus vestiduras, de Alonso Cano, Quinteto de los silenciosos (sobre estas líneas, a la derecha). Cinco personajes se ven sacudidos, de repente, por una emoción intensa, un dolor in crescendo que cada uno expresa individualmente, sin interactuar con sus compañeros. Cuando la emoción llega al paroxismo, comienza a descender, hasta dejarlos exhaustos. Tanto exceso de emotividad contrasta con la serenidad que se respira en la sala.

El diálogo concluye con Rendición, situada en la sala dedicada a Goya, vecina de dos autorretratos del pintor aragonés, y del Entierro de la sardina. Un hombre y una mujer, de medio cuerpo, en un díptico. Alternan su posición arriba y abajo, y el que se encuentra en la parte inferior aparece cabeza abajo. Muy lentamente se van acercando, inclinándose el uno hacia el otro, como si fueran a besarse. Conforme se aproximan aumenta la intensidad de su emoción. Pero, al llegar al centro, sus rostros se introducen en el agua, toda la superficie se ondula y comprendemos que ambos son reflejos. Cuando emergen sus rostros expresan un intenso dolor. Las ondulaciones desfiguran sus reflejos hasta hacerlos monstruosos. Retratos fictícios, reflejos deformes, ¿no resulta una obra perfecta para convivir con Goya?

El videoartista más admirado, fascinado por el barroco español (bromeó con los periodistas afirmando que se iba a construir una casita en un rincón del museo), confronta sus obras con vírgenes y santos, y comprobamos que comparten más de lo que se podría presuponer. Abro con Dolorosa, una obra del año 2000, metáfora del dolor universal. A cámara lenta, en alta definición, aparecen en un díptico un hombre y una mujer desolados, franqueados por el Agnus Dei de Zurbarán y Dolorosa de Pedro de Mena. La cámara lenta hace aún más angustioso su dolor, que parece eternizarse sin principio ni fin.

Algo más allá, Montaña silenciosa, del 2001, "es un estudio de la aparición y efecto posterior de un desbordamiento emocional explosivo cuando recorre el cuerpo humano. Es un testimonio visual de la capacidad humana de resistir la autodestrucción y esforzarse por una renovación". Muestra a un hombre y una mujer sujetos a una enorme presión emocional, desesperándose el uno junto al otro, en paralelo, aislados, en silencio. En otra sala, entre San Jerónimo penitente, de José de Ribera, y Cristo recogiendo sus vestiduras, de Alonso Cano, Quinteto de los silenciosos (sobre estas líneas, a la derecha). Cinco personajes se ven sacudidos, de repente, por una emoción intensa, un dolor in crescendo que cada uno expresa individualmente, sin interactuar con sus compañeros. Cuando la emoción llega al paroxismo, comienza a descender, hasta dejarlos exhaustos. Tanto exceso de emotividad contrasta con la serenidad que se respira en la sala.

El diálogo concluye con Rendición, situada en la sala dedicada a Goya, vecina de dos autorretratos del pintor aragonés, y del Entierro de la sardina. Un hombre y una mujer, de medio cuerpo, en un díptico. Alternan su posición arriba y abajo, y el que se encuentra en la parte inferior aparece cabeza abajo. Muy lentamente se van acercando, inclinándose el uno hacia el otro, como si fueran a besarse. Conforme se aproximan aumenta la intensidad de su emoción. Pero, al llegar al centro, sus rostros se introducen en el agua, toda la superficie se ondula y comprendemos que ambos son reflejos. Cuando emergen sus rostros expresan un intenso dolor. Las ondulaciones desfiguran sus reflejos hasta hacerlos monstruosos. Retratos fictícios, reflejos deformes, ¿no resulta una obra perfecta para convivir con Goya?
miércoles, 29 de enero de 2014
A la muerte de José Emilio Pacheco
Contraelegía
Mi único tema es lo que ya no está
Y mi obsesión se llama lo perdido
Mi punzante estribillo es nunca más
Y sin embargo amo este cambio perpetuo
este variar segundo tras segundo
porque sin él lo que llamamos vida
sería de
piedra.
Gota de lluvia
Una gota de lluvia temblaba en la enredadera.
Toda la noche estaba en esa humedad sombría
que de repente
iluminó la luna.
Ha muerto uno de nuestros poetas más grandes. Se ha ido unos días después que Juan Gelman, su amigo. Sirvan estos dos poemas como homenaje a su memoria.
martes, 28 de enero de 2014
Inconmensurables Pou y Homar en "Tierra de nadie", de Pinter
Tierra de nadie está considerada la obra maestra de un maestro del teatro, Harold Pinter, y se está representando estos días en las Naves del Español, en el Matadero de Madrid, protagonizada por dos grandes de la escena española, dos inmensos actores, Lluis Homar y Josep María Pou, dirigidos por Xavier Alberti. Una interpretación abrumadora, que me ha mantenido sin aliento durante las dos horas que dura la obra. El texto (extraordinario) de Pinter cobra toda su dimensión en boca de estos dos monstruos de las tablas: Pou es una fuerza de la naturaleza: su simple presencia llena el escenario; Lluis Tosar es la naturalidad, la convicción, la sutileza: y juntos son un prodigio.

¿De qué habla Pinter en Tierra de nadie? De la soledad, la incomunicación, la fuerza del lenguaje; de la necesidad de hallar un lugar en el mundo. En realidad, escuchas el texto subyugada por su fuerza, por su belleza. El pasado viernes Angels Barceló les entrevistaba en la Cadena Ser, y Pou aconsejaba a quien se acercara a la obra dejarse hipnotizar, no pretender interpretar cada párrafo; y me encantó escucharles alabar al público asistente a la representación de la tarde anterior (la del jueves, a la que yo asistí), "un público maravilloso, que respiraba con nosotros". Así fue, algo mágico, una comunicación especial se estableció entre público y actores, algo perfectamente perceptible por ambos.

A petición del propio Harold Pinter, fallecido en 2008, su funeral comenzó con la lectura de este fragmento de Tierra de nadie:
"Podría incluso mostrarle mi álbum de fotografías. Podría incluso suceder que viera en él algún rostro que le recuerde el suyo, lo que antes había sido. Podría ocurrir que viera rostros de otros, en la sombra, o mejillas de otros, dándose la vuelta, o mandíbulas, o nucas. U ojos, oscuros bajo sombreros, que podrían recordarle a otras personas que había conocido, que creía habían fallecido hace mucho tiempo. Pero de las cuales aún recibirá una mirada de reojo, si sabe enfrentarse al fantasma bueno. Acepte el amor del fantasma bueno. Ellos poseen toda aquella emoción... atrapada. Quítese el sombrero ante ellos. No le quepa la menor duda de que eso no los liberará, pero quien sabe... qué alivio... les dé quizás... quién sabe cómo pueden reanimarse... en sus cadenas, en sus jarrones de cristal. ¿Le parece cruel... apremiarlos cuando están sujetos, encarcelados? No... no. Profundamente, profundamente, desean responder a su tacto, a su mirada, y cuando usted sonríe, su alegría... es limitada. Y por eso le digo: tratemos a los muertos con la misma ternura con la que querríamos ser tratados, ahora mismo, en lo que describiríamos como nuestra vida."
Antes de llegar a las Naves del Español se representó en el Teatro Nacional de Cataluña. No he podido encontrar en la red la versión castellana, así que os ofrezco un fragmento en catalán. Pertenece a un parlamento extraordinario, protagonizado por Homar.

¿De qué habla Pinter en Tierra de nadie? De la soledad, la incomunicación, la fuerza del lenguaje; de la necesidad de hallar un lugar en el mundo. En realidad, escuchas el texto subyugada por su fuerza, por su belleza. El pasado viernes Angels Barceló les entrevistaba en la Cadena Ser, y Pou aconsejaba a quien se acercara a la obra dejarse hipnotizar, no pretender interpretar cada párrafo; y me encantó escucharles alabar al público asistente a la representación de la tarde anterior (la del jueves, a la que yo asistí), "un público maravilloso, que respiraba con nosotros". Así fue, algo mágico, una comunicación especial se estableció entre público y actores, algo perfectamente perceptible por ambos.

A petición del propio Harold Pinter, fallecido en 2008, su funeral comenzó con la lectura de este fragmento de Tierra de nadie:
"Podría incluso mostrarle mi álbum de fotografías. Podría incluso suceder que viera en él algún rostro que le recuerde el suyo, lo que antes había sido. Podría ocurrir que viera rostros de otros, en la sombra, o mejillas de otros, dándose la vuelta, o mandíbulas, o nucas. U ojos, oscuros bajo sombreros, que podrían recordarle a otras personas que había conocido, que creía habían fallecido hace mucho tiempo. Pero de las cuales aún recibirá una mirada de reojo, si sabe enfrentarse al fantasma bueno. Acepte el amor del fantasma bueno. Ellos poseen toda aquella emoción... atrapada. Quítese el sombrero ante ellos. No le quepa la menor duda de que eso no los liberará, pero quien sabe... qué alivio... les dé quizás... quién sabe cómo pueden reanimarse... en sus cadenas, en sus jarrones de cristal. ¿Le parece cruel... apremiarlos cuando están sujetos, encarcelados? No... no. Profundamente, profundamente, desean responder a su tacto, a su mirada, y cuando usted sonríe, su alegría... es limitada. Y por eso le digo: tratemos a los muertos con la misma ternura con la que querríamos ser tratados, ahora mismo, en lo que describiríamos como nuestra vida."
Antes de llegar a las Naves del Español se representó en el Teatro Nacional de Cataluña. No he podido encontrar en la red la versión castellana, así que os ofrezco un fragmento en catalán. Pertenece a un parlamento extraordinario, protagonizado por Homar.
lunes, 27 de enero de 2014
Ricardo Menéndez Salmón presenta "Niños en el tiempo"
Me gustan las presentaciones de libros, sobre todo si el autor me interesa y si esta corre a cargo de otro escritor cuyo criterio respete. Sé por experiencia que cuando es un periodista el responsable del acto se limita a hacer una entrevista al escritor, entrevista siempre laudatoria y en general llena de obviedades. En cambio la mirada de un escritor desentraña mejor los caminos, ilumina los secretos y nos ofrece a los simples lectores nuevas claves para aprehender mejor el libro.
Hace unos días, en la librería La Central, de Madrid, Ricardo Menéndez Salmón presentaba Niños en el tiempo, su última novela, y lo hacía de la mano de la también escritora Marta Sanz, que comenzó leyendo la primera página de la novela:
"Y así como el instante de la concepción, ese misterioso empuje en el que dos principios colisionan para cambiar el curso del mundo, resultó inaudible, con ambos actores ajenos a lo que nacía dentro de los cuerpos, así el instante de la desgracia fue también silencioso.
Solo más tarde, al entrar en casa desde el jardín de juegos, descubrieron la sangre empapando el pantalón del niño. Ese mismo niño que los miraba con ojos inocentes, sin huella de dolor o de sorpresa, ignorante de que algo se había quebrado dentro de él fatal y decisivamente.
De modo que piernas arriba, con menos temor que asombro, siguieron el dibujo de la mácula, aquel flujo que no era rojo, como quiere el lugar común, sino negro y espeso, como cantó el primer poeta, hasta llegar al pequeño y tierno agujero por donde el hijo amado se vaciaba igual que una taza rota.
Entonces los conmovió el espanto."
Luego hablaron de la plasticidad de las imágenes en las que abunda el relato; en el estilo de Menéndez Salmón, tan reconocible; en lo musical de su prosa, siempre tan cercana a la poesía. Hablaron de cómo la literatura ayuda a vivir, a seguir adelante; de cómo la vida nunca es tan comprensible como la presenta la literatura; hablaron de sus obsesiones; de la belleza (la importancia de lograr un texto bello: recordando a Thomas Bernhard). Ambos se mostraron de acuerdo en que esta es su novela más luminosa. Estoy leyéndola; en unos días os diré más.
Hace unos días, en la librería La Central, de Madrid, Ricardo Menéndez Salmón presentaba Niños en el tiempo, su última novela, y lo hacía de la mano de la también escritora Marta Sanz, que comenzó leyendo la primera página de la novela:
"Y así como el instante de la concepción, ese misterioso empuje en el que dos principios colisionan para cambiar el curso del mundo, resultó inaudible, con ambos actores ajenos a lo que nacía dentro de los cuerpos, así el instante de la desgracia fue también silencioso.
Solo más tarde, al entrar en casa desde el jardín de juegos, descubrieron la sangre empapando el pantalón del niño. Ese mismo niño que los miraba con ojos inocentes, sin huella de dolor o de sorpresa, ignorante de que algo se había quebrado dentro de él fatal y decisivamente.
De modo que piernas arriba, con menos temor que asombro, siguieron el dibujo de la mácula, aquel flujo que no era rojo, como quiere el lugar común, sino negro y espeso, como cantó el primer poeta, hasta llegar al pequeño y tierno agujero por donde el hijo amado se vaciaba igual que una taza rota.
Entonces los conmovió el espanto."
Luego hablaron de la plasticidad de las imágenes en las que abunda el relato; en el estilo de Menéndez Salmón, tan reconocible; en lo musical de su prosa, siempre tan cercana a la poesía. Hablaron de cómo la literatura ayuda a vivir, a seguir adelante; de cómo la vida nunca es tan comprensible como la presenta la literatura; hablaron de sus obsesiones; de la belleza (la importancia de lograr un texto bello: recordando a Thomas Bernhard). Ambos se mostraron de acuerdo en que esta es su novela más luminosa. Estoy leyéndola; en unos días os diré más.
domingo, 26 de enero de 2014
Mstislav Rostropovich. Barber. Adagio for Strings Op.11
Escuchad esta belleza. Enrique de la Peña me informa de que "cuando Barber compuso esta pieza acababa de cumplir 26 años y estaba de viaje por Italia financiado por una Beca Pulitzer que acababa de ganar en Roma. Estaba con el amor de su vida, el músico y libretista Gian Carlo Menotti. Es el segundo movimiento de un cuarteto de cuerdas que fue estrenado en 1936". Gracias a él y a José Ramón Patterson por descubrírmela.
sábado, 25 de enero de 2014
El Ballet de Maurice Béjart interpreta La Consagración de la Primavera
Si os interesa la danza, este vídeo, espléndidamente realizado, os encantará. Es una joya.
viernes, 24 de enero de 2014
Caballitos
Frente al Palacio Real han colocado un tiovivo. Paseo por la Plaza de Oriente y la calle Bailén, mientras espero que comience la ópera. Hace frío, pero la plaza está llena de turistas fotografiándose frente al palacio, vendedores ambulantes, algún madrileño presuroso y padres con niños, que miran ansiosos los caballitos de madera. Así llamaba yo a los tiovivos cuando era niña: caballitos.


Me recuerdo jinete de uno muy parecido, bien agarrada a la barra dorada, buscando la mirada de mi madre en cada vuelta. Hace una eternidad.
Me recuerdo jinete de uno muy parecido, bien agarrada a la barra dorada, buscando la mirada de mi madre en cada vuelta. Hace una eternidad.
jueves, 23 de enero de 2014
La Filarmónica de Londres trae a Brahms y Beethoven
Creo que era Luis María Ansón quien, en un artículo que leí no hace mucho, recordaba como para Beethoven la música era una revelación más alta que la filosofía. Schopenhauer sostenía que allí donde la poesía se detenía comenzaba la música. Hace unos días nos visitó la Filarmónica de Londres, una de las mejores orquestas europeas, dirigida por su titular Vladimir Jurowski. Y nos trajo un programa de lujo: el Concierto para piano y orquesta núm. 1 de Brahms, con Yulianna Avdeeva como solista, y la Pastoral de Beethoven.
Nunca había escuchado el concierto en directo y me dejó anonadada. El piano tarda en entrar, y hasta entonces parece más el arranque de una sinfonía que de un concierto. Majestuoso, apasionado, monumental, la orquesta se levanta con una fuerza y solemnidad estremecedora. La Filarmónica lo bordó, tanto en sus momentos más impetuosos como en la dulzura y lirismo del Adagio. Luego, la siempre extraordinaria Pastoral. Un lujo.
Os dejo con el Concierto de Brahms, interpretado al piano por Arthur Rubinstein:
Nunca había escuchado el concierto en directo y me dejó anonadada. El piano tarda en entrar, y hasta entonces parece más el arranque de una sinfonía que de un concierto. Majestuoso, apasionado, monumental, la orquesta se levanta con una fuerza y solemnidad estremecedora. La Filarmónica lo bordó, tanto en sus momentos más impetuosos como en la dulzura y lirismo del Adagio. Luego, la siempre extraordinaria Pastoral. Un lujo.
Os dejo con el Concierto de Brahms, interpretado al piano por Arthur Rubinstein:
miércoles, 22 de enero de 2014
"Emilia", de Claudio Tolcachir
Emilia, el último estreno del director y actor argentino Claudio Tolcachir en España, es la historia de cinco personajes que necesitan amarse, que se esfuerzan en amarse, porque ese amor les reporta la seguridad que precisan, o simplemente da un sentido a su existencia.Tres de ellos al borde de un abismo emocional, destruyéndose y aferrándose los unos a los otros como naufragos. Diferentes formas de amor, todas ellas desesperadas: el ama de cría cuyo amor sin límites necesita recipiente donde volcarse, y lo hace en el niño que cuida, en el hombre que llega a ser, hasta dar la propia vida. Él. el hombre, entregado a formar una familia y sostenerla a toda costa, aunque se le deshaga en las manos: La mujer, al borde de la locura, autista de una vida que no desea. El hijo. La sombra del pasado. Renuncias, sacrificios, miedo. Amor.

Una obra espléndida que te mantiene con el corazón encogido durante hora y media, aunque a veces te permite unas risas liberadoras. Y el trabajo magnífico de cinco actores: Gloria Muñoz, Malena Alterio, Alfonso Lara, Daniel Grao y David Castillo.
Os dejo un trailer:

Una obra espléndida que te mantiene con el corazón encogido durante hora y media, aunque a veces te permite unas risas liberadoras. Y el trabajo magnífico de cinco actores: Gloria Muñoz, Malena Alterio, Alfonso Lara, Daniel Grao y David Castillo.
Os dejo un trailer:
martes, 21 de enero de 2014
Una extraordinaria "Tristán e Isolda" en el Teatro Real
Pocas veces he sido testigo de un espectáculo de una belleza e intensidad, de una emotividad tan inteligente (no se me ocurre otro modo de expresarlo) como el Tristán e Isolda que estos días se representa en el Teatro Real de Madrid. Dirigida en el foso por Marc Piollet y en el escenario por el genial Peter Sellars, con la colaboración del videoartista Bill Viola, y un reparto notable en el que destaca la soprano lituana Violeta Urmana, más de cuatro horas de música extraordinaria y una puesta en escena subyugante.

Peter Sellars optó por un ritmo escénico basado en la filosofía oriental, que interesaba a Wagner cuando escribió la ópera. Así, los cantantes se mueven despacio, casi no gesticulan, no dramatizan, dicen sus frases casi inmóviles. La decoración brilla por su ausencia: un espacio negro en el que se funden las vestiduras de los cantantes. Y, de fondo, la pantalla donde se proyectan las imágenes creadas por Viola, al principio de la representación algo más descriptivas, luego luces, brillos, agua, fuego... las imágenes nos hablan tanto o más de la tragedia de los amantes que la letra del libreto.

La belleza corta por momentos la respiración. Salgo con el convencimiento de haber asistido a un espectáculo extraordinario. Os dejo dos aproximaciones: un vídeo con algunos momentos de la representación y el hermoso preludio de la obra. Si tenéis ocasión, no la dejéis pasar.

Peter Sellars optó por un ritmo escénico basado en la filosofía oriental, que interesaba a Wagner cuando escribió la ópera. Así, los cantantes se mueven despacio, casi no gesticulan, no dramatizan, dicen sus frases casi inmóviles. La decoración brilla por su ausencia: un espacio negro en el que se funden las vestiduras de los cantantes. Y, de fondo, la pantalla donde se proyectan las imágenes creadas por Viola, al principio de la representación algo más descriptivas, luego luces, brillos, agua, fuego... las imágenes nos hablan tanto o más de la tragedia de los amantes que la letra del libreto.
La belleza corta por momentos la respiración. Salgo con el convencimiento de haber asistido a un espectáculo extraordinario. Os dejo dos aproximaciones: un vídeo con algunos momentos de la representación y el hermoso preludio de la obra. Si tenéis ocasión, no la dejéis pasar.
lunes, 20 de enero de 2014
El cardenal Sebastián: «La homosexualidad es una deficiente sexualidad que se puede normalizar con tratamiento»
El recién elegido cardenal Fernando Sebastián ha manifestado al periódico El Sur que la homosexualidad es una deficiencia de la sexualidad y que se puede superar con un tratamiento. Estas fueron sus palabras: "...con todos los respetos digo que la homosexualidad es una
manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura
y un fin, que es el de la procreación.Una homosexualidad que no puede alcanzar
ese fin está fallando. Eso no es un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo
tenemos muchas deficiencias. Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me
lo digan? Es una deficiencia que tengo que corregir como pueda. El señalar a un
homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos
de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado.
No es ofensa, es estima. Cuando una persona tiene un defecto, el buen amigo es
el que se lo dice."
"Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente"

domingo, 19 de enero de 2014
"Retrovisor", de Martín López-Vega
Leo despacio el último poemario del poeta asturiano Martín López-Vega, Retrovisor, que reúne una selección de poemas escritos entre 1992 y 2012. Algunos poemas ya los conocía, otros los leo por primera vez, todos me resultan propios.
Carta desde Cunovo
Estoy junto al Danubio, amor.
Te escribo a media mañana
frente a las colinas de Hungría
mientras alzan el vuelo los gansos salvajes
y un pato se sumerje en el agua erizada.
Cuando estoy sin ti colecciono lugares
en los que me gustaría estar contigo.
Hoy quiero abrazarte y sin embargo
solo podría acariciar la rugosa piel del río,
pero es un animal que también me rehuye.
El viento trata de ondearme
como si fuese una bandera
y yo ni siquiera me siento capaz
de ser mi propio símbolo.
A veces, lo sabes, uno piensa
que busca una respuesta y lo cierto
es que aún no ha encontrado siquiera la pregunta.
Una pregunta que hoy podría ser tal vez
cuál es mi sitio, y el tuyo,
esta mañana de fines de septiembre,
y de qué somos bandera.
Carta desde Cunovo
Estoy junto al Danubio, amor.
Te escribo a media mañana
frente a las colinas de Hungría
mientras alzan el vuelo los gansos salvajes
y un pato se sumerje en el agua erizada.
Cuando estoy sin ti colecciono lugares
en los que me gustaría estar contigo.
Hoy quiero abrazarte y sin embargo
solo podría acariciar la rugosa piel del río,
pero es un animal que también me rehuye.
El viento trata de ondearme
como si fuese una bandera
y yo ni siquiera me siento capaz
de ser mi propio símbolo.
A veces, lo sabes, uno piensa
que busca una respuesta y lo cierto
es que aún no ha encontrado siquiera la pregunta.
Una pregunta que hoy podría ser tal vez
cuál es mi sitio, y el tuyo,
esta mañana de fines de septiembre,
y de qué somos bandera.
sábado, 18 de enero de 2014
"ABC", por Rosa Montero
Nunca pensé que me tocaría volver a discutir este tema desde
tan abajo. Creí que ese nivel básico de debate estaba superado, que era una
obviedad, un logro civil comúnmente aceptado. Ese fue mi primer error: todo
avance colectivo puede verse amenazado por un impulso reaccionario; no se debe
bajar jamás la guardia.
Así que heme aquí volviendo a teclear, 30 años después, el
mismo abecedario elemental sobre el aborto. Y así, repetiré que nadie está a
favor del aborto: es siempre un horror, una pena, un trauma. Y, desde luego, no
es un método anticonceptivo; de hecho, debemos fomentar por todos los medios el
acceso a los anticonceptivos para minimizar los embarazos no deseados (por
cierto: a veces quienes más protestan contra el aborto son también los más reticentes
a la contracepción). De lo que estamos a favor es de una ley justa que permita
el acceso igualitario a una intervención que, además de penosa, puede ser
peligrosa. Es evidente que hay grandes desigualdades sociales y culturales; hay
personas desprotegidas que no conocen bien los métodos anticonceptivos o no
tienen acceso a ellos: por dinero, por prejuicio social, por imposición
familiar. Y ni siquiera usando un método adecuado se está a salvo de un fallo:
el condón, por ejemplo, solo tiene un 98% de efectividad. Por no hablar de la
crueldad de no contemplar la malformación del feto como causa suficiente. Como
dice Mónica Arango, del Centro de Derechos Reproductivos, desde 1994 más de 30
países del mundo han liberalizado sus leyes de aborto. El retrógrado proyecto
de Gallardón (contestado incluso desde el PP) nos descolgaría del entorno
europeo y nos dejaría al nivel de la ultracatólica Polonia y de Malta. Con esta
ley se seguirá abortando igual, solo que las ricas lo harán con garantías y en
el extranjero y las pobres en una carnicera mesa de cocina. Ya hemos vivido
eso.
Rosa Montero, diario El País, 14 de enero de 2014
viernes, 17 de enero de 2014
Bach, interpretado por Mischa Maisky
En algunos conciertos siento como una afrenta los aplausos finales. Me hieren como si el estruendo de una bomba rompiera el susurrante silencio del bosque. Eso me ocurrió ayer cuando, tras la última nota del violonchelo de Mischa Maisky, desgranando los últimos acordes de la Suite nº 5 de Bach, el público del Auditorio prorrumpió en vítores y aplausos. Estoy convencida que el interprete hubiera agradecido más el silencio, un auditorio que abandonara la sala sin producir el más mínimo sonido, las notas aún suspendidas en el aire.
Bach. Música en estado puro. Hace dos días Maisky nos regalo tres Suites: la 1ª, la 4ª y la 5ª. Dice José Luis García del Busto en la presentación del concierto, refiriéndose a las Suites: "Es la música de un genio absoluto, no solo consciente del resultado de las notas que escribe sino también de las no escritas pero que están implícitas, esas notas que, aún no pronunciadas, la memoria auditiva capta y procesa, llevada por la lógica del discurso sonoro y armónico."
Bach interpretado por un chelista portentoso, del que Rostropovich dijo que es "uno de los talentos más destacados de la joven generación de violonchelistas. Su interpretación aúna la poesía y la exquisita delicadeza con un gran temperamento y una técnica brillante". Un concierto realmente extraordinario.
Os dejo con la Suite nº 5.
Bach. Música en estado puro. Hace dos días Maisky nos regalo tres Suites: la 1ª, la 4ª y la 5ª. Dice José Luis García del Busto en la presentación del concierto, refiriéndose a las Suites: "Es la música de un genio absoluto, no solo consciente del resultado de las notas que escribe sino también de las no escritas pero que están implícitas, esas notas que, aún no pronunciadas, la memoria auditiva capta y procesa, llevada por la lógica del discurso sonoro y armónico."
Bach interpretado por un chelista portentoso, del que Rostropovich dijo que es "uno de los talentos más destacados de la joven generación de violonchelistas. Su interpretación aúna la poesía y la exquisita delicadeza con un gran temperamento y una técnica brillante". Un concierto realmente extraordinario.
Os dejo con la Suite nº 5.
jueves, 16 de enero de 2014
Ha muerto Gelman
Creo haber traído en más de una ocasión a esta casa mía y vuestra, los versos de este poeta inmenso que acaba de dejarnos. Siempre he sentido una enorme simpatía personal por Gelman, una ternura que provenía más de su persona que de su obra, aunque en ella siempre encontrabas esa bohomía, esa afabilidad socarrona, juguetona pero cargada de amor.
En Méxito Gelman entregó en secreto al cantante Joaquín Sabina un poema que aventuraba el fin. Muy probablemente sea uno de sus últimos poemas. Os lo ofrezco.
Verdad es
En Méxito Gelman entregó en secreto al cantante Joaquín Sabina un poema que aventuraba el fin. Muy probablemente sea uno de sus últimos poemas. Os lo ofrezco.
Verdad es
Cada día
me acerco más a mi esqueleto.
Se está asomando con razón.
Lo metí en buenas y en feas sin preguntarle nada,
él siempre preguntándome, sin ver
cómo era la dicha o la desdicha,
sin quejarse, sin
distancias efímeras de mí.
Ahora que otea casi
el aire alrededor,
qué pensará la clavícula rota,
joya espléndida, rodillas
que arrastré sobre piedras
entre perdones falsos, etcétera.
Esqueleto saqueado, pronto
no estorbará tu vista ninguna veleidad.
Aguantarás el universo desnudo.
miércoles, 15 de enero de 2014
"A propósito de Llewyn Davis", de los hermanos Coen
La última entrega de Ethan y Joel Coen me ha encantado. Muy probablemente no sea lo mejor de su carrera, no sales del cine pensando que has visto algo extraordinario, pero sí con la sonrisa en los labios y la satisfacción de haber pasado hora y media muy a gusto. Son muchos los elementos que se aunan en aras de esa complacencia: el tema nos resulta, a los que ya tenemos una edad, especialmente enternecedor y próximo (años sesenta en el Greenwich Village neoyorquino, un joven cantautor de música folk trata de abrirse camino); la música de la época despierta nostalgias juveniles; el protagonista (estupendo el trabajo de Oscar Isaac) es un perdedor que no tiene donde caerse muerto, que sobrevive gracias a la caridad de sus amigos.

El músico y escritor Elijah Wald, coautor del libro en el que se inspira la película, escribió en un artículo. "El Greenwich Village de Llewyn Davis no es la boyante escena folk de donde salieron Peter, Paul and Mary, ni la que cambió el mundo cuando Dylan se pasó a la guitarra eléctrica. Es la escena folk tenebrosa antes de la llegada de los temas de éxito y del dinero, cuando un pequeño grupo de auténticos creyentes intercambiaban viejas canciones como si se tratara de un código secreto."
Una película deliciosa. Os dejo el trailer:

El músico y escritor Elijah Wald, coautor del libro en el que se inspira la película, escribió en un artículo. "El Greenwich Village de Llewyn Davis no es la boyante escena folk de donde salieron Peter, Paul and Mary, ni la que cambió el mundo cuando Dylan se pasó a la guitarra eléctrica. Es la escena folk tenebrosa antes de la llegada de los temas de éxito y del dinero, cuando un pequeño grupo de auténticos creyentes intercambiaban viejas canciones como si se tratara de un código secreto."
Una película deliciosa. Os dejo el trailer:
martes, 14 de enero de 2014
Ángel González: un recuerdo
El domingo 12 se cumplieron seis años de la muerte de Ángel González, poeta asturiano de la llamada Generación de los 50 que he traído a Mi casa en más de una ocasión, alguien a quién conocí y traté ocasionalmente, aunque sentí muy cercano por la íntima relación que sostuvo con personas muy cercanas a mí. Hurgo en mi desordenada biblioteca y hojeo los poemarios que recogen su obra, y algunas publicaciones singulares editadas en Asturias, con motivo de encuentros y homenajes que protagonizó a lo largo de los años. Una de las más atractivas es la que le dedicó la revista malagueña Litoral, el número 233, cuya portada reproduce el collage con el que abro el comentario, obra de Lorenzo Saval. Tratado de urbanismo, es su título, inspirada en el poemario del mismo nombre publicada por Ángel en 1967.
A Tratado de Urbanismo pertenece Jardín público con piernas particulares:
A Tratado de Urbanismo pertenece Jardín público con piernas particulares:
...y las muchachas andan con las piernas desnudas:
¿por qué las utilizan
para andar?
Mentalmente repaso
oficios convincentes
para ellas -las piernas-,
digamos: situaciones
más útiles al hombre
que las mira
despacio,
silbando entre los dientes
una canción recuperada
apenas
-ese oficio
no me gusta…-
en el acantilado del olvido.
Si bien se mira, bien se ve que todas
son bellas: las que pasan
llevando hacia otro sitio
cabellos, voces, senos,
ojos, gestos, sonrisas;
las que permanecen
cruzadas,
dobladas como ramas bajo el peso
de la belleza cálida, caída
desde el dulce abandono de los cuerpos sentados;
las esbeltas y largas;
las tersas y bruñidas; las cubiertas
de leve vello, tocadas por la gracia
de la luz, color miel, comestibles
y apetitosas como frutas frescas;
y también -sobre todo- aquellas que demoran
su pesado trayecto hasta el tobillo
en el curvo perfil que delimita
las pueriles, alegres, inocentes,
irreflexivas, blancas pantorrillas.
Pensándolo mejor, duele mirarlas:
tanta gracia dispersa, inaccesible,
abandonada entre la primavera,
abruma el corazón del conmovido
espectador
que siente la humillante quemadura
de la renuncia,
y maldice en voz baja,
y se apoya en la verja del estanque,
y mira el agua,
y ve su propio rostro,
y escupe distraído, mientras sigue
con los ojos los círculos
que trazan en la tensa superficie
su soledad, su miedo, su saliva.
lunes, 13 de enero de 2014
"Las banderas no se ofenden", por Álex Grijelmo
"Un objeto no puede sentirse ofendido. Tampoco una idea. Por
mucho que lo intentemos, ni una mesa se dará por injuriada ni el concepto
“libertad” creerá que lo hemos menospreciado.
Alex Grijelmo, diario El País, 12 de enero de 2014
domingo, 12 de enero de 2014
El ejército subterráneo de Qin Shi Huang
Hace unos días traía a Mi Casa la exposición de los Guerreros de Xi'an que, después de visitar varias ciudades europeas, ha recalado en el teatro Fernán Gómez de Madrid. Este singular ejército subterráneo, realizado en terracota por artesanos chinos de la corte del emperador Qin Shi Huang en torno al año 210 antes de Cristo, resulta fascinante para una aficionada a la fotografía como yo. Imaginad lo que alguien más ducho hubiera logrado con estos rostros.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)