Llueve en Bilbao, pese a lo que paseamos hasta la ría con idea de visitar cuanto antes la exposición, pero me atrapa la recién inaugurada torre de Iberdrola, vecina del Guggenheim, y los efectos que la luz y las nubes producen en su piel de cristal. Es obra del arquitecto argentino César Pelli, el mismo que diseñó las espectaculares Torres Petronas de Kuala Lumpur y la Torre de Cristal de Madrid.
La torre tiene forma de triángulo isósceles con los lados ligeramente curvos, lo que le aporta sensación de movimiento. Mirándola pienso que sería una preciosa escultura. El lobby es un espacio diáfano de diez metros de altura, cristal y madera, donde se han plantado varios olivos centenarios y un pequeño huerto.
Nos hemos colado durante un despiste de la azafata que atiende las visitas, y enseguida se nos acercan tres guardias de seguridad para acompañarnos a la salida. Son amables; debemos parecerles inofensivos porque bromean con nosotros y aceptan de buen grado nuestro arrobo por la belleza arquitectónica del edificio. Pero la visita ha terminado, así que nos vamos con la música a otra parte.
Amapola, lindisima amapola.
ResponderEliminarTorrecita, linda torrecita.
Es curioso que ahora la primavera estalle el 22 de junio, pero es muy bonita la flor.
La primavera no estalla el 22 de junio, como todo el mundo sabe, pero estaba en todo su apogeo cuando viajé a Bilbao. Cosa distinta es cuando publico el comentario. Besos
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