Me encanta la plasticidad de su obra, sus escenarios, el tratamiento de la luz. Me parece muy inteligente confrontar el movimiento de estos cuerpos casi infantiles con los fondos de líneas y ángulos puros, que por otra parte nos sugieren las aulas donde estudian las colegialas que retrata. Pero eso no es todo.
Si os soy sincera no encontré segunda intención en las imágenes que vi en la exposición, pero indagando más en la obra de este artista descubrí otras interpretaciones que quizá no estén tan alejadas de su intencionalidad. ¿Juega Aoyama con la ingenuidad de estas adolescentes para mostrar el poder de seducción de unas jóvenes Lolitas? Como casi siempre, en la mirada de cada uno está la respuesta. Como, en cualquier caso, su obra está dotada de una innegable belleza, os ofrezco algunas imágenes más.
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