Si sólo fuera porque a todas horas
tu cerebro se funde con el mío;
si sólo fuera porque mi vacío
lo llenas con tus naves invasoras.
Si sólo fuera porque me enamoras
a golpe de sonámbulo extravío;
si sólo fuera porque en ti confío,
princesa de galácticas auroras.
Si sólo fuera porque tú me quieres
y yo te quiero a ti, y en nada creo
que no sea el amor con que me hieres ...
Pero es que hay, además, esa mirada
con que premian tus ojos mi deseo,
y tu cuerpo de reina esclavizada.
Luis Alberto de Cuenca
Leia esclava de Jabba... que maravillosa imagen; ni en el más pérfido de los hentais nipones. Y que oportuno el autor al colocar esa referencia. Es como una onda de distinta frecuencia a la de su poema. Ondas de alta y baja frecuencia entremezcladas, como en las erupciones volcánicas.
ResponderEliminarDIGO, DICES...
ResponderEliminarMírame, digo, ven a ver qué ocurre
en el país vacio de mis ojos,
en la desalentada pesadumbre
de mi cuerpo, en la noche de mi vida.
Sal de tí, dices, sal de tú silencio
deshabitado y dame una palabra
que me devuelva al mundo y me rescate
de este pozo de angustia y de amargura.
Mírame, sal de tí, dame el abismo
de tu amor, quémame, muérdme el alma,
rómpeme, dale al viento mis cenizas.
Digo, dices, decíamos, diremos...
L.A.Cuenca/Sin miedo ni esperanza