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martes, 13 de abril de 2010
¿Esta es quien soy?
Cuando esta tarde regresaba a casa en el autobús me fijé en una chica sentada unas butacas adelante, hablando por el móvil mientras miraba por la ventana, aislada del resto. No tendría más de venticinco años. Gordita, vestida con un anorak y unos pantalones negros informes, de mala calidad; un bolso mochilero negro con tachuelas, muy gastado; las botas sucias y varias sortijas de plata en sus dedos cortos y rollizos, de uñas comidas. No era fea. Tenía la cara redonda, de rasgos regulares, unas gafas de pasta oscura y media melena lisa y morena sujeta detrás de las orejas. La piel blanquísima, casi transparente. No parecía una estudiante, me dio más la impresión de una empleada de imprenta o de contable en una oficina. Había en ella un algo de seriedad responsable, de triste madurez.
Como apunté antes, hablaba por el móvil. Lo hacía en susurros, pero la escasa distancia me permitió escuchar sus palabras. Su voz era amable, hablaba despacio, dulcemente. Y decía: " ¿Así que en esto me he convertido? ¿Esta es quien soy?".
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Por un momento me alarmé al leer el título de esta entrada. Pensé que dibujarías tu imagen reflejada en el espejo o, acaso, un autorretrato más o menos ensoñado, pero me alegro de que no haya sido así. Aún eres mejor cuando somos los demás quienes te describimos.
ResponderEliminar"En esto me he convertido"
ResponderEliminarEs una frase casi monstruosa desde el momento en que usamos la palabra "esto". Lo malo (o no tan malo) es que muchos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos realizado esa pregunta.
Digo "no tan malo" porque darse cuenta de que se ha cambiado es un paso enorme para aprender más de uno mismo; cada cambio, para mejor o para peor, es una manera de formarse como persona, pues se es persona con experiencias buenas y malas (si solo fueran buenas seríamos superiores a los dioses grecorromanos).
Esa frase es el principio de algo bueno si se sabe tomar bien. Darse cuenta de quién o qué es en ese instante, saber y reconocer que te gusta o no, es abrir a la vez miles de puertas y ventanas que te guíen en tantos caminos como elijas tener. Quizá soy demasiado positivo, pero ahí veo la evolución de un don, el de poder cambiar lo que quieras porque sabes lo que tienes.
Armand.
P.D: Siento si discurriendo me enrollo, no sé escribir en estos sitios. Jeje. Espero que, al menos, te haya dado una sorpresa.