!!! Bienvenido ¡¡¡

Gracias por entrar. Antes de irte, echa un vistazo y comparte con nosotros. Nos interesa conocer todo lo que quieras compartir. ¿Has hecho algún descubrimiento deslumbrante? ¿Una película, un poema, un cuadro, un disco? ¿Una ciudad, un paisaje? Ábrenos una ventana y nos asomaremos.

lunes, 19 de abril de 2010

Ofelia vs. Elizabeth Siddal


"Inclinado a orillas de un arroyo, elévase un sauce, que refleja su plateado follaje en las ondas cristalinas. Allí se dirigió (Ofelia) adornada con caprichosas guirnaldas de ranúnculos, ortigas, velloritas .......... Allí trepaba por el pendiente ramaje para colgar su corona silvestre, cuando una pérfida rama se desgajó, y, junto con sus agrestes trofeos, vino a caer en el gimiente arroyo. A su alrededor se extendieron sus ropas, y, como una náyade, la sostuvieron a flote durante un breve rato. Mientras, cantaba estrofas de antiguas tonadas, como inconsciente de su propia desgracia, o como una criatura dotada por la Naturaleza para vivir en el propio elemento. Mas no podía esto prolongarse mucho, y los vestidos cargados con el peso de su bebida, arrastraron pronto a la infeliz a una muerte cenagosa, en medio de sus dulces cantos".


Así describe Shakespeare, en Hamlet, la muerte de Ofelia, escena representada en el cuadro pintado por John Everett Millais en 1852, que se encuentra en la Tate Gallery de Londres. Es un óleo pequeño, de 76 x 112 cm, colgado en una sala entre más de una docena de cuadros y que sin embargo te atrapa en cuanto lo descubres.

La muerte de Ofelia fué un tema recurrente para la pintura del XIX. Los simbolistas la adoraban, los románticos veían en ella un arquetipo de sus ideales estéticos e incluso morales. Qué puede haber más romántico que morir cantando, mecida por el agua, rodeada de plantas y flores, mientras tus propios ropajes te van empujando lentamente hacia la nada? La ciénaga, la tupida vegetación que la rodea, la quietud y el silencio.

Durante sus estudios en la Royal Academy ,Millais conoce a Holman Hunt y a Gabriel Rossetti con los que funda la hermandad Prerrafaelista: romanticismo en los temas y su tratamiento, intención moralizante, realismo en la ejecución. Aunque más tarde Millais se apartará de sus amigos, durante un tiempo su colaboración es estrecha y se trataron con asiduidad. Así que no es de estrañar que Millais conociera y frecuentara a la que fuera más tarde mujer de Rossetti, Elizabeth Siddal, según algunos autores la modelo de la que el pintor se sirvió para su Ofelia.

También Rossetti convierte a "Lizzy" Siddal en protagonista de muchas de sus obras. Huyendo del calor de Londres, Rossetti y Lizzy se trasladan a Hastings en la primavera de 1854, y allí el pintor la dibuja leyendo, sentada en un sillón de inválido. F. M. Brown les visita y describe de este modo la relación entre ellos: "Se la ve más delgada y más cadavérica y más bella y más desmadejada que nunca, una auténtica artista, una mujer sin igual durante mucho tiempo. Gabriel sigue como siempre, difuso e inconsecuente con su trabajo. Dibujando maravillosos y deliciosos Guggums -ese era el nombre cariñoso que Rossetti daba a Elizabeth- uno detrás de otro, todos con una estimulante frescura, todos con el sello de la inmortalidad".

En 1860 se casan y se van a vivir a Chatham Place. Elizabeth sufre un aborto, está enferma, las infidelidades de su marido le hacen sufrir extraordinariamente y dos años después se suicida ingiriendo laúdano. Rossetti volverá a pintarla, esta vez como Beatriz, reservándose para si mismo el papel de Dante. La figura de Beatriz presenta una expresión de éxtasis, sujeta en sus manos un pájaro con una amapola en el pico, simbolizando el láudano que la mató. Tras ella se distinguen dos figuras mirándose que representan a Dante y al Amor. El reloj de sol simboliza el paso del tiempo.

Lo real y lo irreal, el sueño y la vigilia, el amor y la culpa. Puro romanticismo.



1 comentario:

  1. Ese verdor en el cuadro me trae recuerdos de una mujer yacente, sí, y romántica, cerca de un río y más lejos aún, donde no corría el agua.

    Todo era hermoso, y siempre será añorado.

    ResponderEliminar