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domingo, 6 de junio de 2010

Eros uranios&Eros pandemos








Platón nos habla en "El banquete" de dos tipos de Eros, el divino y el vulgar, que se corresponderían con Eros uranios y Eros pandemos. En qué se diferenciaban? Nos lo aclara Renoir: "La mujer desnuda surge del mar o de su cama; se llama Venus o Nini, no se puede inventar nada mejor".
Así que todo gira alrededor de la mujer como representación. Un cuerpo de mujer como objeto erótico puede sublimarse y, sin perder su condición, ser aceptado por el poder bien pensante si representa a Circe o Venus, una ninfa o una bacante. Eros ennoblecido por la mitología o la historia. Incluso por la religión. Qué decir de este San Sebastian? Dolor o éxtasis amoroso? Su cuerpo se retuerce atravesado por flechas que simbolizan penes en el imaginario gay.



Bottichelli y su Primavera. Venus, adornada con flores por las tres Gracias, anuncia la llegada de la primavera. Dioses clásicos semidesnudos con un complejo simbolismo filosófico humanista. El erotismo trascendido. Eros uranius.
Pero llegan los impresionistas, precedidos de Courbet, y Venus se convierte en Nini, Eros uranius en Eros pandemos. La mirada del artista se recrea en la belleza del cuerpo sin enmascararlo. Es el triunfo de la sensualidad y el erotismo sin sublimar, representándose simplemente a si mismos. Mujeres del pueblo muestran su intimidad sin paliativos, la carne desnuda, ofreciéndose. Gustave Courbet incluso se atreve a mostrar el amor lésbico en esta belleza de cuadro, "El sueño". Y qué decir de "El origen del mundo".



Y tras Courbet, Manet con su maravillosa Olimpia.


Esta célebre obra fue realizada por Manet para presentarla en el Salón de los Réfusés (Salón de los Rechazados) en el año 1863. Sin embargo, no se expuso hasta 1865, en el Salón de París, en donde causó un gran escándalo.

Explícitamente inspirada en la Venus de Urbino, de Tiziano, sin embargo el personaje central resulta ser evidentemente una prostituta parisina. En lugar de las doncellas que acompañaban a los desnudos del Cinquecento, entra en escena llevando un ramo de flores una mujer negra, cuyo rostro, casi imperceptible sobre el fondo oscuro, contrasta con los tonos claros de su vestimenta oriental. Por otra parte, el cuerpo de la mujer desnuda, que mira directa y provocadoramente a los espectadores son contrastadas junto a las sábanas y las almohadas por el fondo oscuro, resaltando la atmósfera de íntima sensualidad. En lugar del cándido perrito acostado que se encuentra en la Venus de Urbino, a los pies de Olympia encontramos un gato negro que simboliza a menudo la ambigüedad y la inquietud, estando implicado en relaciones o situaciones promíscuas o veladamente eróticas. Este felino negro impresionó tanto al público que durante años Manet sería recordado como «El pintor de los gatos». Otros elementos simbólicos notorios: el brazalete que lleva la mujer desnuda pertenecía a la madre de Manet, el ramo de flores era un típico regalo que los clientes ofrecían a las meretrices de clase alta. La orquídea entre los cabellos es también una referencia al sexo ya que se creía que tal flor poseía poderes afrodisíacos . Por otra parte Olympia calza una sola zapatilla, esto en las pinturas alegóricas ha sido usado como símbolo de la inocencia perdida, además de que la orquídea, el brazalete y la zapatilla con tacón (por lo cual parece casi un zueco) cumplen la función sexual de fetiche.




Al lado de esta Venus mitológica o de esta Nini vulgar, Tamara de Lempicka propone un tercer camino, otro modo de concebir y tratar la sexualidad en el arte, amparado en el glamour, la elegancia y la monumentalidad de sus cuerpos, todos ellos envueltos en ese aire decadente y ambiguo. Este Grupo de cuatro desnudos femeninos puede ser prueba de ello.



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